La cama de Violeta ahora estaba siendo ocupada por Chiara y ella misma, la duquesa había desplazado todos sus compromisos para más tarde, así podría disfrutar la mañana con Violeta, esta no tenía que trabajar ya que era sábado.
- Buenos días - dijo Chiara con voz ronca - what time is it? - preguntó
- Son las 11 de la mañana, buenos días - dijo depositándole un beso en su mejilla a lo que Chiara sonrió genuinamente.
- My god, nunca había dormido tanto tiempo seguido - comentó plácidamente
Los días de Chiara se resumían en despertarse temprano, salir a correr o a dar un paseo en caballo tras desayunar, volver a ducharse y empezar con sus compromisos, pero justo anoche le envió un mail a su secretaria para que aplazara todo lo que tuviera que hacer hasta la tarde noche.
- ¿Cuál es tu plan? - preguntó Violeta
- No tengo ninguno... te gustaría ir a mi casa y hacer algo, podemos ver una peli, jugar a los bolos, a las cartas, lo que prefieras - dijo un tanto nerviosa
- Me parece el plan perfecto - dijo sonriendo mientras se acercaba a ella para darle un beso en la comisura de la boca, dejando a la duquesa aún más nerviosa.
Desayunaron algo sencillo, un sandwich con aguacate y un café, no tenían tiempo para nada más pues Chiara ya había avisado para que las fueran a buscar.
El trayecto en coche se vio demorado pues era sábado, a las 13 de la tarde, todo el mundo estaba saliendo con su familia para ir a comer juntos o pasar la tarde paseando. Así que Violeta aprovechó para acostarse contra Chiara y pegarse una pequeña siesta, que nunca venía mal.
Verla ahí relajada sobre su hombro le hizo preguntarse a dónde iba toda esta situación, sabía que en el mínimo momento en el que Mary, su ama de llaves se enterase de esto le haría firmar un contrato para que no revelara nada mío, no quería que las cosas con ellas se volvieran incómodas, quería demostrarle que era tan normal como ella.
Al llegar a la casa de campo de Chiara, Violeta, al notar que el coche se había dejado de mover se despertó. Estaba delante de una mansión victoriana, con hectáreas de campo perfectamente recortados, frente al edificio había una fuente con un cupido esculpido.
La casa constaba de varias plantas, unas cuatro para ser exactos, aunque una de ellas estaba totalmente reservada para los cuartos de los trabajadores. Es cierto que cada uno tenía su casa, pero había ciertos eventos donde se tenían que quedar hasta tarde, y el camino de tierra no era seguro para volver a la madrugada.
En la planta de arriba tenía su despacho, que solo se abría con una llave que siempre guardaba Chiara. La planta baja era de recepción y la que falta estaba destinada para su habitación y varios sitios de recreo.
Al fondo veía un establo, Violeta sabía montar en caballo, pues era algo que le gustaba hacer cuando iba al cortijo de sus abuelos, pero al fallecer estos tuvieron que venderlo por motivos económicos.
- ¿Qué estás mirando tan atenta? - preguntó Chiara
- Tienes caballos - dijo más como una afirmación
- ¿Quieres que demos una vuelta?, no iremos muy lejos no te preocupes - dijo Chiara
Tuvieron que tomar un carrito de golf para llegar hasta aquel establo, era enorme, los caballos era de la raza shire, medían casi dos metros de alto. Chiara durante su infancia fue a equitación, esgrima, natación, canto, piano, violín y un sinfín de actividades, nunca paraba hasta dominarlas.
- Este es mi favorito, se llama Lucky - dijo viendo como Violeta se reía - oye - dijo haciéndose la enfadada - no ofendas a mi caballo que es el doble que tú
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KIVI -one shots
Storie d'amoreLas Kivis a través de varias dimensiones. Temas improvisados, no me da para un fanfic entero, pero si para uno o varios caps.