GOOD LUCK BABY!

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Narrador omnisciente: 

Violeta Gómez tiene la vida perfecta a sus 26 años, puede dedicarse a ser ama de casa a tiempo completo y a la misma vez darse los lujos que te da la vida gracias al trabajo de su esposo. 

Se casaron hace dos años, y llevan juntos desde los 20, Julio es un hombre que trabaja de 09:00 a 17:00, se "parte el lomo" en la oficina para proporcionar un buen sueldo a la casa. 

Viven en las afueras de la ciudad, en una casa de dos plantas con jardín equipado para las barbacoas de los domingos y una piscina, la casa espera a ser llenada de tres felices niños, o al menos esos son los planes de los que siempre han hablado. 

Otro lunes se avecinaba, Violeta estaba en la cocina preparando el almuerzo para Julio, que se asoma por el umbral de la puerta para darle un beso en el hombro a su mujer, el aliento mañanero al principio echaba para atrás a Violeta, pero ya estaba acostumbrada. 

Hoy tocaba arroz y filetes de ternera, mientras su esposo estaba en el trabajo, pasaba las horas haciendo las labores de la casa, planchar su uniforme para el día siguiente, hacer los baños, tender la cama y coser algunos desperfectos de las camisas. 

De lunes a viernes sus días se basaban en repetirse una y otra vez, hasta que llegaba el fin de semana, los sábados iban a comer con la familia de él a la casa del campo, solían llevar dulces para todos, mientras los hombres charlaban sobre las últimas noticias del fútbol, las mujeres se encargaban de preparar la comida y cuidar de los niños. 

El domingo en cambio era un poco más tranquilo, hacían una barbacoa en el jardín con sus vecinos que solía extenderse hasta la noche, de hacer la carne se encargaban esta vez los hombres mientras las mujeres charlaban de sus temas. 

Hoy era diferente, Denna había quedado con ella, tras tres años sin verse apenas habían decidido hacer una noche de chicas, como cuando tenían 19 años. 

A Denna poco le agradaba Julio, y mucho menos la vida que tenía Violeta, había pasado de ser una chica que siempre estaba la primera en las manifestaciones del 8M a ser una ama de casa que dejó los estudios porque tenía que dedicarse a servirle a Julio. 

Su marido no era malo, nunca le había pegado, era poco atento, un poco cabezota y muy cascarrabias, pero era su mayor apoyo en la vida. 

Hoy iría al centro, dejaba de ser Violeta Gómez para volver a ser Violeta Hódar. 

- A dónde vas? - preguntó Julio que acababa de salir de ducharse - tenemos que cenar todavía 

- Te lo dije ayer - recordó Violeta mientras se pintaba los labios enfrente del espejo - me voy con Denna esta noche

- Y quién te dio permiso? - dijo molesto

- No necesito pedir permiso... - se achantó

- Claro que tienes, sales con mi dinero, eres mi esposa y todavía me tienes que hacer la cena

Gracias a Dios la puerta había sonado, era Denna, Violeta se zafó del agarre de su marido y salió disparada a abrir. 

- Vio! - dijo mientras la abrazaba - tengo el coche en doble fila, nos vamos ya? - dijo mientras la abrazaba

- Si, cojo mi bolso y nos vamos

- Me das un beso al menos - dijo Julio, ahora parecía todo un ángel comparado a como se había enfadado antes 

Violeta se acercó, aunque fuera un poco enfadica a veces lo amaba, era el padre de sus futuros hijos, ante sus ojos no había hombre más perfecto que él. 

Una vez ya en el coche Violeta no pudo evitar preguntar a donde iban, era sorpresa según Denna, pero quería saber que le deparaba la noche. 

- No te lo voy a decir, pero lo vas a disfrutar como nunca, es más te he traido un antifaz, te lo tienes que poner 

KIVI -one shotsWhere stories live. Discover now