Amor de juventud 2

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Una semana después me dieron el alta, agarré mis cosas y me negaba a usar las muletas.

‑ Agarra las muletas ‑

‑ No tengo ganas, Hai ‑

‑ Las agarras o las agarras ‑

‑ Pero- ‑

‑ Pero nada, dame el bolso y camina con las muletas ‑

Yo contra ella no puedo pelear, simplemente es el amor de ella.

Agarré todas mis cosas y fui con ella a su casa, no quería ir a mi casa, no ahora.

‑ Amor, perdón por caer así cómo si nada ayer, es que no quería quedarme con la duda ‑

‑ Lo admiro Ell, lo entiendo, te amo ‑

Le di un corto beso, ella es lo más preciado que tengo, es mi tesoro.

Subí con dificultad las escaleras hasta llegar a su habitación.

‑ Ya preparé tu cama, amor ‑

‑ Muchas gracias Hai ‑

Le di un abrazo fuerte y me acosté en mi cama, que estaba al lado de la de ella.

‑ ¿Sabes? Siempre quise saber que se sentía desmayarse y tener una fractura ‑ le dije riéndome ‑ Ahora lo sé.

Ambas reímos, yo la extrañaba demasiado.

‑ En el internado te escribí un pequeño poema ‑

Ella solo me miró y espero a que yo hablara.

“¿Cómo aliviar el dolor?
¿En serio eso es lo mejor?
¿Hay que tener valor?
¿Qué es ese sentimiento llamado amor?

Con vos esa duda resolví
Ese sentimiento gracias a vos lo conocí
Siempre que nunca lo encontraría creí
Pero esa duda con tus hermosos ojos perdí

No quiero dejar ir tu amor
Para mí ahora es lo peor
El separarme de vos es un horror
Perderte es mi temor

No quiero que nos alejemos
Nadie sabe dónde pararemos
Solo sé que nuestro amor conservar podremos
Ahora solo lo que nos depara el futuro veremos”

‑ Es… hermoso ‑ me dijo Hai con lágrimas en los ojos.

‑ Amor ‑ la abracé, no podía verla llorar.

‑ Te extrañé mucho, pensé que te iba a perder ‑ se aferraba a mí.

‑ Tranquila amor, tranquila ‑ besé su frente y la acurruque en mis brazos.

Después de unos minutos se calmó, ya íbamos a merendar, pero sentimos golpes en las puertas.

‑ Ellen, sabemos que estás acá, salí, sos tan predecible ‑