Amor de juventud 2

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Escuché los sollozos de Hen, no quería intervenir, más después de lo que le dije, sabía que estaba pasando, él tenía un ataque porque sobrepensó.

Esperé a que se calmara, cuando dejé de escuchar cómo lloraba entré a la habitación.

Cuando lo vi me destrozó, estaba con las piernas en su pecho y su cabeza entre ellas.

‑ Hentan… amor… ‑ susurré mientras acariciaba su pelo.

Él se había dormido, qué incómoda posición.

Lo alcé y lo llevé a nuestra habitación, acariciaba su pelo en el trayecto.

Lo dejé en la cama, lo tapé con una sábana y me acosté a su lado.

Lo acurruque a mi pecho, él se aferró a mí.

‑ Ryuga ‑ susurró entre sueños.

‑ Duerme, amor ‑ susurré y acaricie su pelo.

Él se relajó y se aferró a mí más, yo dejé que se acomodara mientras le acariciaba el pelo y la espalda, de vez en cuando le daba un besito en la frente, yo creo que él podía sentir que estaba conmigo, porque daba sonrisitas mientras le daba cariño.

‑ Te ves tan lindo siempre, me encanta tenerte en mi brazos, y poder pensar que va a pasar todos los días hace que mi corazón explote. No falta mucho para que podamos vivir juntos, cómo una pareja que se ama y se apoya en todos los sentidos.‑ suspiré

‑ Sé que muy probablemente no me estés escuchando, pero quiero decirte que te dije lo de la chica para que no pensarás que te estaba engañando, porque nunca lo haría, para mí sos la mejor persona que puede existir, mi deseo es protegerte toda la vida, sin dejar pasar un día en el que llores. No entré a ayudarte para respetarte. Me encanta verte así, sos una persona con un alma tan pura, pero que poco a poco fueron destruyendo. Quiero que sepas que siempre voy a estar con vos, siempre, sin importar lo que pase ‑ susurré a su oído y dejé un besito en su mejilla.

Era hora de ponerle su crema para las quemaduras, justo la parte que tenía que pasarle era la espalda, me levanté, agarré la crema, levanté su remera y pasé mis manos por su espalda con la crema, dándole un pequeño masaje.

‑ Te amo con toda el alma, Hen, amor ‑