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Estar con Ryuga me hacía muy feliz, yo sé que él es el amor de mi vida, es la razón de mi vida.

Estaba acostado en sus piernas, mientras él me hacía masajes en el pelo.

‑ Odiaría separarme de vos ‑

‑ Lo sé, pero en algún momento voy a tener que fingir con Ellen ‑

Asentí y me aferré a él.

‑ No voy a separarme, si me buscan le voy a decir la verdad ‑

Lo besé, y ese beso fue aumentando mucho su intensidad.

Ryuga se separó de mí por la intensidad.

‑ Perdón Hen, no quiero hacerte sentir incómodo ‑

‑ No lo haces, me haces sentir muy amado con esos besos ‑

Me senté en su regazo, nunca lo habíamos hecho, pero siento que a los dos nos gustó esa acción que tuve.

‑ Si sigues así sabes lo que va a pasar ‑ me advirtió Ryuga, siendo respetuoso conmigo.

‑ Lo sé, y no me molesta que pase ‑

Los padres de Ryu no estaban, por lo que estábamos solos, en su casa, algo iba a pasar…

Lo besé y ese beso de nuevo aumentó su intensidad, me aferraba a él, tratando de olvidarme de todo.

Él me acariciaba la cintura con extrema delicadeza, mientras que yo me sostenía de su cuello.

Nos separamos, decidí que no quería que pasara nada, por lo que me senté a su lado.

‑ Tenemos toda una vida, hoy solo somos nosotros ‑ dije y apoyé mi cabeza en su hombro.

‑ Te amo Hentan ‑

Me besó la frente y nos quedamos en silencio por un largo rato, disfrutando de la compañía del otro.

‑ Me imagino dormir juntos en una misma cama, abrazados, durmiendo, compartiendo nuestro amor… ‑ dije cómo soñando.

‑ No tenemos que esperar mucho, podemos intentarlo hoy ‑ acarició mi pierna por unos segundos antes de agarrar mi cadera y subirme a su regazo.

‑ ¿Ryuga? ‑ dije sorprendido.

‑ No sé a vos, pero a mí me encanta sentir tu calor, tu cuerpo contra mí ‑ me susurró al oído antes de besar delicadamente mi cuello.

Exactamente en ese momento descubrí que era un punto muy sensible de mi cuerpo.

‑ Ryuga ‑ dije nervioso.

‑ Hen, no me malinterpretes, solo quiero estar con vos, no quiero exigirte hacer eso si no te sentís seguro, yo tampoco estoy listo, simplemente me gusta sentirte cerca mío, me da miedo perderte, después de lo que pasó no quiero que nos separemos por nada del mundo ‑

Me abrazó muy fuerte. Me hacía feliz sentirlo tan cerca mío, me acurruque en su pecho y me deje tranquilizar, después de todo, estoy con el amor de mi vida, ¿qué es lo peor que podía pasar?

Mi celular sonó, lo agarré, leí ese mensaje, parece que desafíe al universo.

Hola, buen día/tarde/noche.

Quería agradecer el apoyo a esta historia, nunca pensé que llegaría a tal extensión, pero acá estamos, en el capítulo 60.

Acuérdense de votar si les está gustando la historia.

Sin nada más que decir, nos vemos en el próximo capítulo.

Amor de juventud 2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora