Se siente cálido pero no es agradable, la sensación le ahoga, es demasiado, profundamente incómodo. La fogosa sensación mantiene la mente de Aphelios dormido bajo una pesada capa que ahoga cada una de sus sensaciones externas, sus oídos parecen estar tapados con una molesta burbuja, la desagradable sensación del sudor frío termina por hacer que arrugue la nariz, entreabriendo los labios para dejar escapar pesadas respiraciones, sus párpados pesan, sus brazos pesan, incluso sus pies, todo su cuerpo pesa ¿Las sábanas siempre se han sentido tan pesadas? Casi siente que le aplastan ¿Por qué se siente tan pequeño hundido en las ahogantes mantas?
Entonces Aphelios escucha una voz, se siente cerca aunque el eco de sus cansados sentidos le hace pensar por un segundo que está más lejos. La voz es familiar ¿Por qué la voz de su melliza se escucha tan aguda? Aphelios frunce el ceño con dificultad, el más mínimo movimiento cansa sus músculos, finalmente logra abrir los ojos, pestañeando lentamente, con la cabeza hundida en la almohada, ve las gruesas mantas subir y bajar lentamente sobre su cuerpo. La cama es diferente, el techo tiene esa madera oscura, familiar, distante y fría.
- Shh. No quiero que lo despiertes.- la voz de Alune resuena a su lado, nuevamente con ese tono más agudo, intentando callar a alguien a su lado.
- No lo estoy haciendo, tú sí así que shh tú.-
Aphelios vuelve a fruncir el ceño extrañado con la aparición de la segunda voz, es similar pero es menos grave ¿Es la voz de Sett? Definitivamente era él. Con cuidado y lentitud, el azabache logra ladear la cabeza en la almohada, sintiendo como los cabellos mojados por el sudor se deslizan en su afiebrado rostro. Solo entonces logra ver la escena y comprende.
Ah... Es un sueño, un lejano recuerdo.
La imagen es borrosa pero logra distinguirlos a ambos en el borroso escenario de su antigua habitación, la casa de sus padres. Alune tiene el cabello más corto, atado con una coleta sobre su hombro donde cae la gruesa chaqueta, sus piernas aún están bien y aquel brillo en sus ojos es diferente. Sett está a su lado, su altura aún no es tan prominente, las peludas orejas son más pequeñas casi ocultándose en su rojizo cabello, sus dorados ojos brillando con preocupación. Aphelios recuerda lentamente.
¿Qué edad teníamos aquí, trece años? Nuestros padres estaban afuera por una misión y mi cuerpo reaccionó mal al veneno, tenía una alta fiebre y Alune escabulló a Sett en casa con la pequeña mentira sobre una inesperada gripe. Aphelios piensa lentamente acomodando las piezas del puzzle dentro de su nublada memoria, el azabache recuerda haber tenido pesadillas en durante la noche anterior gracias al malestar, su melliza mencionó haber escuchado al chico llamar el nombre del híbrido en medio de la fiebre así que ella creyó que sería de ayuda si podría ayudarle a verlo. Al recordar ese detalle, Aphelios no puede evitar sonreír aunque no recuerda si logró sonreír en ese momento, todo su cuerpo estaba tan pesado que no tiene memorias claras sobre si logró demostrar sus expresiones o no.
- ¿Ves lo que haces? - Sett regaña a la melliza aprovechando de jugar con sus palabras, sonriendo divertido al recibir un puchero como respuesta.
Aphelios duda que alguna de sus suaves risas lograra ser escuchada en ese entonces pero la interacción entre su hermana y el pelirrojo siempre le hacía reír, siempre chocaban demasiado, molestándose mutuamente incluso a veces dejándolo a él de por medio, Alune solía regañarlo por elegir el lado de Sett en algunas ocasiones. Las distantes memorias se mezclan con la esencia del borroso recuerdo durante unos fugaces segundos. Para cuando Aphelios pestañea, las siluetas de ambos se vuelven a enfocar a su lado. Más allá de la madera y la cama en la habitación, el resto se denotaba nublado, un vacío borroso que intentaba ser complementado por el efecto onírico de su estado.
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Beso carmesí [SettPhel]
FanfictionEncadenado a vivir como asesinos tras haber nacido en la cuna de una familia de sicariato, Alune y Aphelios crecen alejados de los demás, solo la amistad de un extrovertido híbrido vastaya les ayuda a disfrutar la infancia en su día a día. ¿Por qué...