Una de las pocas características que Sett no había arreglado con el paso de los años, era su impulsividad, si bien en la mayoría de ocasiones las improvisadas peleas le salían bien, a veces era más peligroso adelantarse de esa manera. Fue tarde cuando el pelirojo se dio cuenta que el problema en la pelea no era la diferencia en el número de personas, si no el arma bajo la chaqueta, las personas sobrantes no eran más que una distracción para que el principal contrincante sacara el cuchillo que llevaba escondido.
¿Una puñalada en el antebrazo? Eso era manejable ¿Una puñalada en el costado del abdomen? Eso era más difícil. El semblante soberbio del híbrido flaqueó al sentir como el metal del cuchillo le atravesaba justo por debajo de la costilla, un dolor agudo como ninguno anterior se apodero de su cuerpo. Por un minuto, Sett realmente creyó que habría dado su último respiro mientras su respiración se entrecortaba y sus piernas dejaban de responder a la velocidad que deseaba. Había subestimado su propia estamina en la pelea, había peleado varias horas en el ring, ya se encontraba un poco fatigado antes de encontrarse con los tres sujetos.
Como si de un golpe de suerte se tratara, en un abrir y cerrar de ojos, toda la situación cambia por completo, un disparo a penas audible para el oído vastaya recorre todo el camino hasta atravesar su objetivo, el hombre que le había apuñalado cae muerto a su lado.
Sin embargo, el cuerpo inerte no es del interés de Sett. A lo lejos, oculto entre las sombras, su agudizada vista logra divisar esa inolvidable figura, aquella hermosa silueta del chico en el ha pensado desde ese sangriento día, buscándolo en cada sueño que terminaba en pesadilla.
- Phel...- Sett susurró para si mismo a penas manteniendo los ojos abiertos.
La perdida de sangre, dolor y fatiga, rápidamente comienzan a cobrarle factura, contra toda su fuerza de voluntad, su cuerpo deja de responder, cerrando los ojos para el impacto, todo lo que logra sentir Sett antes de caer inconsciente es un firme y frío agarre que le protege de la caída, en vez de sentir el frío pavimento, solo cierra los ojos dejándose llevar por los tibios brazos que intentan estrecharle, sin ser capaz de escuchar el lejano susurro que intenta llegar a sus oídos.
Como le era usual, cada sueño avanzaba para convertirse en una pesadilla. La nieve se acumula sin que el pueda hacer nada al respecto, observa como los mellizos desaparecen en la distancia después de bajarse todos juntos en un autobús que desaparece en la noche, la risa de Zoe parece burlarse de el antes de irse llorando en lo profundo de la calle que es lentamente devorada por al oscuridad, tarde o temprano, se queda solo, ni siquiera su Madre puede llegar hasta el, aún que grite o corra, nada sirve.
Cuando los sueños comienzan a perturbarle en lo profundo de su consciencia, era inevitable que sus orejas lo demostraran, se alteraban dando espasmos de un lado a otro mientras que apretaba los ojos frunciendo el ceño, angustiado, frustrado, cansado de las pesadillas. El pelirojo comienza a inquietarse, moviendo su gran cuerpo por debajo de unas suaves mantas, la lenta consciencia naciente de Sett comienza a reconocer sus al rededores ¿Cómo había llegado hasta este lugar? ¿Dónde si quiera era este lugar?
Más preguntas se fusionaron con sus pensamientos a la par que la consciencia le invitaba a intentar abrir los ojos. Sett apretó los labios sintiendo como una suave tela húmeda le daba suaves toques a lo largo del rostro, dejándole más cómodo ante la repentina sensación de entumecimiento en el cuerpo y molestia en el los músculos a lo largo del cuerpo.
Lentamente, logra enfocar la fuerza en sus parpados para abrir los ojos, frunciendo el ceño por la luz del lugar, una silueta divida en dos comienza a fusionarse, aún sin divisar la imagen correctamente, Sett confundido, encuentra familiaridad en la figura femenina acompañada de una larga cabellera de claros tonos cercanos al blanco.
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Beso carmesí [SettPhel]
FanfictionEncadenado a vivir como asesinos tras haber nacido en la cuna de una familia de sicariato, Alune y Aphelios crecen alejados de los demás, solo la amistad de un extrovertido híbrido vastaya les ayuda a disfrutar la infancia en su día a día. ¿Por qué...