02. welcome Constance

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En su interior Tony iba aterrado, se suponía que Constance le daría una sorpresa a su familia, pero todos sabían que ella regresaría, aunque en teoría no deberían saber cuándo exactamente, sin embargo, cuando Constance compro el billete de avión e...

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En su interior Tony iba aterrado, se suponía que Constance le daría una sorpresa a su familia, pero todos sabían que ella regresaría, aunque en teoría no deberían saber cuándo exactamente, sin embargo, cuando Constance compro el billete de avión en lugar de enviarle el mensaje solo a Tony, se lo envío también a su hermana mayor Sophie, entre todos llegaron al acuerdo de no decirle a Constance de su error y en su lugar hacerle una fiesta de bienvenida, con su familia y los amigos más cercanos.

La realizarían en su cafetería favorita en el centro, Tony sabía que se enfadaría cuando le dijo que tenía que ir de compras a la tienda, pero no se le había ocurrido una excusa mejor, solo pedía que ella no notara nada antes de llevar al lugar. De todos modos, la tienda estaba en la misma calle.

Una vez que llegaron, estacionaron fuera de la tienda de Fred, Antonio entró rápidamente a comprar cualquier cosa, no podía ser algo muy pequeño o Constance se enfadaría de verdad, así que tomó un paquete de arroz de una estantería y una botella de vino, además de unas pocas verduras, paso por caja y pago. Cuando salió de la tienda Constance estaba apoyada en el capot del auto.

Antonio tenía que idear la forma de llevarla a la cafetería e hizo lo más simple que se le ocurrió.

—¿Vamos por un café? —preguntó intentando parecer despreocupado, para que no se notaran sus nervios.

—Claro, ya que estamos aquí —Constance tomó su bolsa del asiento del copiloto y siguió a Tony.

Cruzaron la calle y caminaron a la esquina opuesta de la tienda, los nervios de Antonio aumentaban a medida que se acercaban al lugar, habían alquilado el salón para eventos del que disponía la cafetería.

Dentro estaba la familia de Constance, sus padres Clara y Fermín, ambos de cabello cobrizo, igual que sus hijas, tenían cincuenta y tantos, pero lucían más jóvenes y su hermana mayor Sophie, diez años mayor que Constance, eran muy parecidas, salvo que Sophie siempre había usado el cabello corto y sus ojos eran oscuros.

Los sobrinos de Constance eran la copia de cada uno de sus padres, uno de cabello cobrizo y el otro de cabello castaño, como Emmanuel el cuñado de Constance, un hombre moreno de ojos claros.

Una vez entraron en la cafetería Antonio no sabía cómo la llevaría hasta el salón, pero para su suerte, apareció Margarita, y se acercó a ellos fingiendo sorpresa, pero llena de verdadera felicidad y emoción.

—¡No te lo puedo creer, Tanza! —dijo Margarita mientras se acerca sonriendo a abrazar a su amiga—. ¿Cuándo has llegado?

Constance le devolvió el abrazo feliz y con una risa nerviosa, simplemente diciendo— ¡Sorpresa!

—Vaya que buena sorpresa ¿por qué no nos dijiste que volverías? —disimuladamente le dio una mirada a Tony.

—Realmente quería que fuera una sorpresa para todos.

Doble o NadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora