Cuando Constance tenía dieciocho años y persiguiendo la carrera de sus sueños, dejó atrás a su familia y amigos. Lo que no tenía planeado, era que su partida resultara tan prologada, y después de nueve años decidió regresar a su hogar, escapando de...
NOTA En esta historia abordaré temas sensibles como la violencia psicológica, emocional, física y sexual en las relaciones interpersonales.
Me comprometo a tratar estos temas con la debida empatía y seriedad que merecen. Es importante destacar que no poseo formación en psicología ni en campos afines.
Por lo tanto, todo lo expresado será con el máximo respeto hacia los profesionales de la salud mental y, sobre todo, hacia aquellas personas que han experimentado o están atravesando situaciones de este tipo en sus vidas. Mi intención es ofrecer una representación fiel y consciente de estas realidades, en solidaridad con quienes enfrentan estos desafíos.
------------------------------
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
A la mañana siguiente Constance despertó sintiéndose totalmente agradecida de su familia y amigos, deseaba poder sorprenderlos, pero se sentía feliz de haber cometido el error de mandar el mensaje de su regreso a su hermana. Sentir la bienvenida, la alegría de sus seres queridos por su regreso era todo lo que necesitaba para comenzar a retomar su vida.
Había acordado ir con Tony a primera hora de la mañana a las Montañas del Este, siempre le había parecido curioso el nombre de las montañas, ya que tales no se encontraban en el este de Saint Pratt, pero de algún modo creía que sonaba romántico.
Miro la hora en su móvil, eran casi las ocho, se levantó directo a la ducha, las horas de viaje y la fiesta la habían dejado rendida la noche anterior, y cuando llegó a su cama se durmió en un minuto, le hubiera gustado quedarse a hablar con su madre, pero se sentía demasiado cansada.
Cuando llegó a la cocina, ya vestida con ropa cómoda, se dio cuenta de que estaba sola en la casa, sus padres tenían el rancho y siempre comenzaban muy temprano su jornada de trabajo. Su madre le había dejado sobre el mostrador de la cocina una cesta y una nota que ponía "PARA QUE DISFRUTES TU PRIMER DÍA DE VUELTA EN SAINT PRATT, DILE A TOÑO QUE TE CUIDE, DISFRÚTENLO", abrió la cesta para encontrar variedad de cosas para comer y una botella de vino.
Mientras preparaba el desayuno, sintió su móvil sonar desde su habitación.
—Hola Toño ¿Cómo estás? —dijo atendiendo la llamada de su mejor amigo.
—Muy bien, hasta que escuches lo que te tengo que decir, y me quieras estrangular —respondió Antonio, Constance sabía que estaba sonriendo— podemos posponer un poco el pícnic, ¿para medio día?
—Está bien, de hecho, me viene perfecto, me gustaría ir al centro a ver algunas cosas —Antonio suspiro con alivio.
Organizaron juntarse en la cafetería favorita de Constance "Timeless Coffee" e ir en la camioneta del padre de Antonio.
Eran casi las nueve cuando Constance comenzó a subir todo lo del pícnic a su Jeep, el cambio de hora para juntarse con Tony le venía perfecto, necesitaba ir al centro a ver a una psicóloga, mientras desayunaba se había dado a la tarea de realizar una búsqueda y había dado con la Licenciada en Psicología Antonietta Pascal Rossi, tenía bastante experiencia y sobre todo era bastante recomendaba, tenía buenas críticas y sin siquiera conocerla le daba cierta confianza.
