|capítulo 21|

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La tarde pasaba y las lord manos hacían en el salón real informando al rey de la estadía de los príncipes a las casas vecinas.

—Sorprendentemente en derri los rebeldes desaparecieron al siguiente día en que llegó el príncipe nelizor—dijo lord pedinton.

Lord gareth pensaba

—¿Mi hijo se encuentra bien, peleó en batalla?—pregunto el rey ocultando su angustia.

—El principe nelizor está perfectamente bien ... y bueno levantó su espada al aire dando dos opciones según testigos del lugar vivir sirviendo a su rey o morir, eligieron vivir.

—Fue imprudente del príncipe, está llamando a los rebeldes a revelarse contra la corona está no es vuestra lucha. Él fue enviado solo para ser visto, para que supieran que el rey no les ha abandonado.—alzo voz enfadada lord jireth.

El rey lanzó una mirada de pocos amigos al lord.

—solo me preocupo por el rumbo que puedan tomar las cosas—agrego lord jireth ante la mirada de su majestad.

—¿Hay noticias del príncipe evier?—pregunto lord gareth—el cuervo que envíe nunca volvió.

El rey esperaba respuesta a la pregunta de su lord mano y cuñado pero los demás lores optaron por quedarse en silencio pareciendo pensar que palabras decir ante las miradas y la pregunta.

Lord Sehu fue el primero en hablar—Majestad el viaje del príncipe dorado desde que partió de la ciudad ha sido ... tedioso por no decir todo un caos, las marea como tormentas de esos lados de los mares se conocen por ser violentas y engañosas y para el príncipe no fue la excepción, cuando el príncipe llegó a la cuidad de citadell estaba muy débil y enfermo guardo reposo los primeros tres días luego fue hacerle frente a los rebeldes—hizo una breve pausa—Ayer los cuervos nos avisaron del desaparecimiento del príncipe—finalizo.

El salón quedó en silencio por unos segundos

—¿Mi hijo está extraviado y lo dicen hasta ahora?

—primero teníamos que asegurarnos de que fuese cierto—respondió sehu.

—Sabia que era una mala idea mandar a los príncipes—dijo entre murmullos lord gareth.

—¿que se sabe? ¿cómo sucedió? ¡hablen!—pregunto en gritos intimidantes el rey.

Yevierly que hacía presente en el salón durante todo este tiempo, ante el gritó de su padre dejo caer el jarrón de plata que sostenía en sus manos ganándose las miradas inconclusas de los lores bajo la cabeza mirando como el líquido salía del mismo.

—un buen vino desperdiciado—murmuro uno de los lores.

—¿Hija estás bien?

Yevierly miró a su padre asintiendo con la mirada pidió poder guardar asiento lo que se le fue concedido.

—Si lo deseas puedes retirarte—dijo el rey a su hija.

—estoy bien padre—aseguro yevierly interesada por saber más de la condición de su esposo.

—¿Entonces?—volvió hablar el rey con voz fuerte teniendo su mano sobre la de su hija en apoyo a cualquier sentimiento que pudiera estar experimentando.

—eso es todo majestad—respondió lord sehu buscando respuestas correctas para su rey.

—¿todo? ¿como sucedió? ¿en que momento se descuidaron los guardias de su príncipe?

—Se tiene entendido majestad que sus hombres no iban con el príncipe dorado sino le acompañaban los hombres de la casa los leones—informo lord pedinton lanzando miradas a lord gareth.

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