|capítulo 19|

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El consejo hacia reunido en la sala del consejo real los lores manos del rey y por ende consejeros reales del reino, esperaban a los príncipes nelizor y evier para dar inicio a la reunión. el rey en su silla hablaba con lord sehu sin prestar atención a la molestia de algunos en al mesa por la tardanza de sus hijos.

—¿Majestad los príncipes están enterados de está reunion?— el primero en quejarse de forma sutil fue lord gareth.

El rey le miro sin importancia

—desde luego que sí ¿no es así lord comandante de la guardia real?—pregunto el rey a lord bravos o Ser bravos.

Este asintió moviendo su cabeza en un sí y alzando la voz—Asi es majestad, los príncipes no tardan en estar presentes en el salón.

El rey miró en respuesta a lord gareth este volteó la mirada para no dejar ver su molestia con el rey por ser tan paciente con sus hijos en principal con el que sería el futuro del reino.

Por los pasillos evier caminaba apresurado y con furia en sus ojos su hermano nelizor decidió no asistir con la excusa de tener permiso para hacerlo.
Miro a los guardias quienes le mostraron reverencia y le abrieron la puerta dejándole entrar observo al consejo que le miro buscando a otra persona a sus espaldas. Camino a su silla y guardo asiento mirando a su tío gareth—Una disculpa el príncipe nelizor no estará presente en esta reunión dijo tener permiso para no asistir—dirijio su vista al rey su padre.

El rey pareció pensar hasta recordar hizo un chasquido con sus dedos con obviedad—cierto yo le permite no asistir hoy.

Ciertos lores le miraron con disgusto y otros rieron pareciéndole gracioso la reacción del rey.

—Empecemos mis lores—ordeno el rey con una sonrisa.

Lord lian fue el primero en tomar la palabra—majestad mis lores—saludo muy cordial—tenemos problemas en el sur de paradys específicamente en las afueras de la ciudad de la casa citadell un pequeño grupo de rebeldes llaman a guerra a los nobles de esta casa.

El rey escuchaba atento

—piden ayuda a su rey—finalizo lord lian.

—¿específicamente que tipo de ayuda?—pregunto lord gareth.

—soldados—respondió lord lian cómodo en su silla.

—¿que no tienen ellos hombres que puedan mandar en defensa? además en un pequeño grupo de rebeldes usted lo ha dicho lord, es vergonzoso que pidan que el rey les mande hombres—dejaba ver su punto de vista lord gareth.

Lord lian movió su cabeza en respuesta de no importarle—solo cumplo con informar al consejo.

—entonces no se mandarán hombres a la cuidad de citadell—asumió lord Byron.

—no—dijo lord gareth.

—todavia no está decidido—dijo el rey evier mirando a lord gareth.

El principe evier se disponía a hablar cuando fue interrumpido por risitas contagiosas y a la vez la puerta del consejo siendo abierta permitiéndole dejarle ver a su pequeña hija entrar corriendo en dirección a su abuelo y atrás de ella a su esposa con cierta timidez al observar la presencia de todos los presentes en el salón.

—¿Que haces aquí?—dijo en voz baja evier a su esposa quién le miro con una sonrisa.

Ser bravos sonrió mirando a la pequeña junto al rey.

—¡Hija!—exclamo el rey con alegría teniendo a su nieta en sus  piernas.

—padre una disculpa pensé que la reunión ya había acabado licsy estaba impaciente por verte—respondió yevierly corriendo su vista a los lores que le miraban sin apartar la vista.

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