Medio Tiempo ( Completa Kookmin)

Moños rosas

Jungkook

Toda la casa olia a cerezas, un gruñido se acumulo en mi garganta, mi lado lobezno deseaba tanto encontrar a ese lindo omega y castigarlo por hacerme desearlo tan solo con su aroma.

—¿Dónde estas Minnie?

—Alfa.

Ronroneo desde la habitacion, camine con lentitud, mi ropa ya me estorbaba, el calor iba subiendo y respiraba con dificultad.

—¿Que hace mi lindo omega?

—Te esperaba.

Traía una camisa blanca transparente que mostraba ese jodido arnés rosa que mando en la foto, relamí lis labios al seguir hacia abajo, viendo como se coloco una falda blanca de satín, que se deslizaba por sus blancas piernas, mostrando las medias altas del mismo color que el arnés.

—Dime que llevas debajo.

Sonrió con una de esas sonrisas sexys que me desarman, todo lo que el representa es fuego en totalidad, la mezcla perfecta de ternura y lujuria, es como si la madre luna combinara lo mejor de cada lado.

Entonces se giro colocándose en cuatro sobre la cama, arqueo la espalda al inclinarse como si fuera un minino, haciendo que la falda le subiera, mostrando su entrada rosada abril mas sus piernas mostrando hasta donde llegaba el arnés, el cual sujetaba sus medias con los ligueros, su mano se deslizo entre sus nalgas abriendo las mas para meter un dedo.

—Estoy tan húmedo, alfa...

Que la madre luna me asesine, estaba apunto de correrme en mis pantalones, se me presenta en total exposición, pero él sabe que tiene el control.

Me hinque empujando su culo hacia abajo, mi lengua no tardo en dar el primer lengüetazo desde la base de sus testículos hasta la entrada apretada y húmeda.

Sabia a gloria y agonía.

Metí la punta de mi lengua sujetándome se sus nalgas firmes, mis labios succionaron un poco entonces sus piernas temblaron.

—Mierda Jungkook.

Di una sonora bofetada en su culo, tanto que mi mano quedo marcada en surcos rojos, se escuchó por la habitacion como trono la piel en el impacto, pero mas fuerte fue el sonido de su voz gimiendo mas fuerte al sentir mi lengua mas profundo.

—Alfa, soy alfa Minnie, ¿quieres mi polla? Respeta a tu alfa.

Fanfarronear es uno de mis dones, pues quien mas necesitaba enterrarse en él en este momento era yo.

—Perdón —jadeo —perdón alfa, por favor, por favor tómame.

—Buen chico, gírate —obedeció y su mirada sonrojada era un arma mortal —solo déjate la falda, quiero ver lo que compraste para mi.

Se quito la camisa y el arnés tenía pequeños moños y una cadena hasta el cuello sus pezones rosados combinaban con el tono del arnés. Me voy a tatuar su silueta en el pecho, es tan perfecto.

La piel se le marca con las tiras de tela del arnés, en eso me doy cuenta de los pequeños anillos y las cuerdas que sobresalen de estos, engancho mi dedo a una bien como se mueve la tela estirando el muslo de Jimin, el se muerde el labio, esperaba que me diera cuenta y ahora mi polla ha saltado ante la posibilidad.

—¿Cuándo te volviste tan travieso?

Estire la otra cuerda y ambas piernas estaban abiertas de par en par, la posición parecía algo incomoda, pero la manera en que se abría su culo mostrando su entrada totalmente libre para mí, además de que su linda polla relucía rosada y erecta con el líquido preseminal brotando.