Paul
Al cerrar la puerta detrás de mí, escuché una risita contenida proveniente del vestíbulo. Álex estaba allí, apoyado contra la pared con una sonrisa divertida en el rostro. Sus ojos verdes brillaban con una mezcla de curiosidad y picardía.
- Bueno, bueno, ¿cómo fue la cita? -preguntó, levantando una ceja.
- ¿Cita? No fue una cita, solo pasamos el día juntos -respondí, aunque sabía que no me creería.
Álex se cruzó de brazos y me miró con una expresión que dejaba claro que no se tragaba mi explicación.
- Sí, claro. Solo pasaron el día juntos. ¿Y ese beso en la mejilla? -dijo, sin dejar de sonreír-. Quizás los estuve espiando un poco desde la ventana.
Sentí mis mejillas arder al escuchar sus palabras. Me había olvidado completamente de que Álex podría haber estado observando desde su ventana.
- ¿Estuviste espiándonos? -dije, tratando de sonar indignado pero sin poder ocultar la sonrisa en mis labios.
- Solo un poco. Vamos, cuéntame todo lo que hicieron. -Álex me hizo un gesto para que lo siguiera hasta la sala de estar.
Nos sentamos en el sofá, y su mirada ansiosa me hizo soltar una carcajada. No había manera de evitarlo, tenía que contarle todo.
- Está bien, te lo cuento. Después de salir de tu casa, caminamos por la ciudad, agarrados de la mano. Ella me llevó a algunos de sus lugares favoritos, me habló de su amor por Córdoba y su historia. Terminamos en una pequeña plaza donde había músicos callejeros, y nos detuvimos a escuchar. Luego me invitó a cenar a su casa.
- ¡Vaya, Pablo! ¿Y qué tal su casa? Se independizó hace poco y todavía no he ido -preguntó Álex, claramente intrigado.
- Su casa es preciosa, con una fachada de color blanco crema, detalles andaluces y macetas llenas de flores. Dentro, todo estaba muy bien decorado, con un salón acogedor y una cocina conectada al comedor, dividida por una isla. Me presentó a su gato, Mango, y luego cocinamos juntos. Cenamos pasta y hablamos de videojuegos y series. Después jugamos unas partidas de Mario Kart.
Álex asintió, escuchando atentamente cada detalle.
- Y después de las partidas... -empezó a decir con una sonrisa pícara.
- Después de las partidas, me acompañó hasta aquí. Fue un día increíble, Álex. -Le confesé con una sonrisa.
- Me alegra mucho oír eso. Miriam es genial. ¿Y qué tal el momento en el portal? -preguntó, dándome un pequeño empujón en el hombro.
- Fue... especial. Nos sinceramos, nos dijimos lo bien que nos sentimos juntos hoy y nos acercamos mucho. Ella me dio un beso en la mejilla y me abrazó. Fue... fue muy bonito.
Álex me miró con una expresión de aprobación.
- Me alegra verte tan feliz, Pablo. Mereces alguien que te haga sentir así. Y no te preocupes, volverás a verla pronto. Me gusta mucho esta chica para ti y me gustas mucho para ella. Sois tal para cual.
- Gracias, Álex. De verdad, gracias por presentarme a Miriam. -dije, sintiendo una gratitud sincera hacia mi amigo.
- No tienes que agradecerme. Solo asegúrate de mantenerme informado de cualquier desarrollo interesante -respondió, guiñándome un ojo.
Nos quedamos hablando un rato más sobre el día y nuestras impresiones. Álex se mostró genuinamente contento por mí, y esa noche, mientras me preparaba para dormir, no podía dejar de sonreír al recordar cada momento que había compartido con Miriam. Me sentía emocionado por lo que vendría después.
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From The Start - Paul Thin
Fiksi PenggemarTras el emocionante final de Operación Triunfo, Álex Márquez regresa a su querida Córdoba acompañado de Paul Thin. Lo que comienza como una simple visita de amigos se convierte en una tarde inolvidable cuando una encantadora camarera entra en escena...