ꨄ|𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 8|ꨄ

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Katsuki fue directo a la casa de Izuku qué bajo del auto sin decir palabra, quizá debería darle un poco de espacio, esperó a que el Sigma entrará al departamento antes de volver a subir al auto

Izuku fue consciente de la ausencia del enigma y agradeció el espacio, fue directo a la ducha y creyendo qué estaría solo como siempre se colocó una playera qué le quedaba muy larga y grande y sus bóxer.

Se sentó en el sofá de su pequeña salía y encendió la TV, no prestaba atención a lo que veía, su cabeza estaba muy dispersa, trataba de no pensar en el trato en que se metió, tampoco quería recordar aquellos ojos, y definitivamente trataba de espantar aquel sentimiento de vacío cada vez que asesinada a alguien.

Fue quizá una película y media más tarde cuando la puerta sonó.

Abrió encontrandose con Katsuki qué alzó un par de bolsas de papel—Traje la cena

—Vete— soltó Izuku cansado sintiendo una punzada en su cabeza.

—No, ahora vivo aqui— le molesto Katsuki y entro dejando su maleta al lado de la puerta

—No me jodas— suspiro Izuku desviando la vista— es que no he sido tan malo como para tener que pagar una condena tan grande— se quejo haciendo un puchero qué a Katsuki se le antojo lo más adorable—Tu cocinaras el desayunó y la cena y no creas que lavare tu ropa, tampoco dormirás en mi cama, usa el balcón para que no inundes todo con tu olor

Katsuki asintió y se dejó caer en el sofa—Bien pero tu harás la despensa y el almuerzo— le indicó el enigma.

Izuku rodó los ojos y volvió a su sofá, se acomodo en pose de indio, sabía que el enigma le miraba las piernas, lo dejo pasar, quizá solo por esa vez, o no.

—Estas muy callado— susurro Izuku mientras veía la hamburguesa qué el cenizo le había comprado.

—Pensaba, paso algo hace ratos— comenzo— cuando me atacaste en el callejón, tus ojos, sentí que mi lobo no quería luchar contra ti, me sentí mareado y dispuesto a lo que pidieras— le conto

—Perdón por eso— susurro Izuku — es cosa de castas, tu también lo puedes hacer pero a igual que un Delta es con la voz, la voz de ustedes varía, no se mucho, he leído qué en los Delta la voz de mando absoluto es tosca, mientras qué los enigmas es como romántica, ninguna casta podria resistirse a ambas voces, los gamma lo hacen con su aroma, pueden atraer o alejar a un alfa o un omega, su aroma es curioso, y nosotros los Sigma con los ojos, de alguna manera podemos llamar la atención de los lobos y jugar con ello— reveló— otra de las cosas que aprendí a controlar.

—Pero incluso a mi?

—Te dije que nosotros sufrimos de imprimacion. Tu lobo cedió por que así lo quiso, por que me dejo entrar, pudo haber sido peligroso para mi y no medí el error, de haberte negado a dejarme entrar podrías haberme matado

—Jamás te lastimaria— aseguro

—Lo harás, eventualmente lo haras— susurro Izuku— gracias por la cena, la guardaré para mañana, no tengo hambre.

Se levantó y dejo al enigma ahí en la salita, dejo la comida en la nevera y fue a su habitación, dejo la puerta entreabierta y se metió a la cama.

Más noche sintió el colchón hundirse y como Katsuki lo abrazaba, al inicio no supo que hacer, luego la molestia no lo dejo en paz y comenzó a empujar al cenizo hasta que cayó de la cama

—Maldición Izuku— gruño despertando de golpe—pero

—En el suelo o el balcon— regaño Izuku, lanzó una almohada y una sabana más y se volvió a acomodar.

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Verlos llegar juntos en el mismo auto y discutiendo por cualquier cosa al inicio fue extraño para todos, después de tres días era menos raro.

Izuku entro molesto y Katsuki detrás de él riendo, esa mañana el cenizo, Katsuki había intentado dormir de nuevo con Izuku en la cama y cuando el Sigma lo intento tirar, lo llevo con él.

—Me duele la cadera por tu culpa— se quejo Izuku, había golpeado con el box de la cama y eso le dejo un moretón enorme junto a mucho dolor.

—Tratare de ser menos rudo la siguiente vez— aseguro Katsuki acercándose y dejando un beso en los labios del peliverde.

Izuku se dejó mientras se repetía qué era parte del trato ya qué con Katsuki habían vuelto a salir en las noches buscando más información.

También debía mantener la idea de que estaba de vuelta en el juego, Tomura no iría contra él tan fácilmente, sabía de lo que era capaz Izuku y eso serviría, la noche Anterior había enviado el correo a Katsuki con la información , se supone que en ese momento el cenizo debía ver el documento y llamar a los héroes.

Shinso seguía en el hospital, al parecer tuvo una reacción a la sustancia y el gobierno no les dejaba la muestra de aquello qué Dabi había soltado.

Al mediodia vio a héroes pasar a la sala de juntas, aprovecho la soledad de la recepción para revisar su móvil "laboral"

Le envío a Katsuki el mensaje más reciente, al parecer el cargamento de niños había llegado y sería entregado al gobierno esa noche.

Agradecía qué Katsuki no se haya interpuesto en su deseo de frustrar los planes del gobierno, aunque dejo en claro que no podía meterse como héroe, haría lo que pudiera como el ayudante del villano.

Paso más de dos horas cuando Katsuki lo llamo a su oficina, vio curioso que estaban ahí Shoto y Hanta.

—Necesitamos qué coordines una reunión con el gobierno, te enviaremos el documento firmado pero también necesitamos que hagas algo más — le informo Katsuki en modo "jefe"

—Y eso es?

—Nadie te conoce como alguien cercano a nosotros— le dijo Shoto— sabemos que lo que te pediremos no es legal o bueno pero lo necesitamos.

Izuku espero a que siguieran, realmente no entendía

— queremos que visites a Shinso, te hagas pasar como familia de él y tomes una muestra de su sangre — pidió Shoto— no podemos estar de brazos cruzados y verlo morir.

—Yo, — susurro y camino hasta Katsuki — estas deacuerdo con ello kacchan?

—Si, por favor— soltó el enigma, sabía que Izuku había hecho aquello por mera apariencia, se suponía qué eran pareja y aunque se molestaban constantemente había dejado en claro esos tres días qué con Kats era dulce cuando las cosas eran serias.

—Bien, cuando? — pregunto con seguridad.

—Hoy

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Izuku avanzaba por el hospital con tranquilidad, vestía de forma simple, algo muy básico qué no llamaría la atención, maquilló sus pecas y peino su cabello hacía atrás dejando un pequeño mechon caer sobre su frente, y colocó sus gafas de montura gruesa, la idea era verse común.

De esa forma no atraes la vista sobre él y cualquier otra cosa llamativa a su alrededor desvía la atención.

Entro a la habitación de Shinso y lo miro, estaba lleno de cables, no parecía ser por una reacción alérgica.

Se acercó más al malva, su piel se veía verdosa y sudaba mucho, sus constantes eran un desastre, observó por toda la habitación, contra la pared estaba un carrito de curación, se acercó con cuidado, definitivamente eso no era normal, tomo una bolsa de su pantalón y vacío el bote de contenido peligroso, lo metió a su mochila con cuidado de que alguna aguja no lo pícara y volvió a shinso.

Para cuando salio de la habitación llevaba la muestra qué pidieron sus amigos y un par para él.

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