ꨄ|𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 15|ꨄ

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Izuku mantuvo sus ojos en aquellos orbes rojos qué parecían brillar aun más en ese momento, llevó su mano a la mejilla de Katsuki y sonrió, era la primera vez en más de quince años que escuchaba palabras tan sinceras y llenas de amor hacia él, no sabía exactamente como responder, había perdido la capacidad de aceptar esas cosas, por que así lo entreno él, por que siempre le dejo en claro que el amor era una mierda ridícula y que él no lo merecía.

—Tendrás que arrancar mi corazón y poner uno nuevo para que esos miedos se vayan, por el momento solo seamos esto— pidió con suavidad esperando que el enigma aceptará

Katsuki se inclino y lo beso una vez más,  sintió como las manos del peliverde juguetearon con sus cabellos.

—Te daré mi corazón si es necesario— susurro haciendo qué Izuku jadeara y lo mirara, las lágrimas fueron inevitables y Katsuki sintió el sentimiento de dolor y miedo que transmitía Izuku.

—Tómame idiota— susurro con voz rota.

Katsuki volvió a besar a Izuku mientras sus manos se colaban bajo la camisa del contrario, la alzó hasta que la quito, las marcas seguían revientes, beso sobre cada una antes de volver a los labios.

Izuku se dejó hacer, Katsuki estaba siendo tan suave, pronto su cuerpo estaba lleno de sensaciones qué arrebataban jadeos.

La boca del cenizo llego a su pezon, los dientes atraparon el suave botón rosa y su lengua jugueteo con la punta, Izuku sintió la corriente eléctrica viajar por su cuerpo hasta su miembro haciendo qué se arqueara su espalda

—Kacchan— jadeo Izuku apretando la mandíbula, el enigma sonrió y repitió la acción en el otro pezon, luego trazo una línea de besos desde el pecho de Izuku hasta la línea del bóxer.

Retiro la prenda y llevo a su boca el miembro del peliverde, la atención llevo a Izuku a una sensación de placer qué no esperaba, sus lobos estaban dejando que sintiera todo con mayor fuerza.

Katsuki sintió el aroma del lubricante natural de Izuku, un olor qué le encanto, ahora con sus instintos más adormecidos, podría darse el lujo de disfrutar mejor el cuerpo contrario.

Giro a Izuku y alzó sus caderas, la cachetada rezono en la habitación mientras el Sigma gemia ante el golpe en su trasero.

Amaso la carne suave antes de inclinarse y pasar su lengua desde debajo de los testículo hasta la entrada de Izuku qué jadeo con sorpresa al sentir lo tersa de aquella lengua, Katsuki gruño al sentir el sabor de ese liquido cristalino, era delicioso como una versión menos concentrada del aroma de su pareja.

Izuku estaba en un vórtice de placer mientras su enigma le comía el culo sin reparos, la lengua entraba tanto como podía en el orificio lanzando descargas por la espina del peliverde.

Cuando Katsuki estuvo medianamente satisfecho se alejó, observó como Izuku lo miraba de lado, sus mejillas de un rojo intenso, el brillo del sudor en su frente y las lágrimas de placer cristalizando sus ojos, era tan excitante verlo así.

Alineó su verga en el culo de Izuku y sin piedad se clavo en él, el Sigma araño el colchón mientras gemia sin pudor, movió sus caderas deseando más, sonrió feliz cuando las grandes manos del héroe se aferraron con fuerza a su cadera y comenzó a embestirlo con intensidad.

Izuku sentía que moriría ahí, su corazón estaba tan acelerado por el placer de ser tomado de aquella forma, el tirón en su cabello lo hizo alzar un poco su rostro y la mano del contrario se en rosco en su polla

—Kats—gimoteaba apenas dejándose llevar por tanto placer.

El enigma no le dio paz a Izuku hasta que ambos llegaron al orgasmo al mismo tiempo. El peliverde agradeció qué el cenizo no lo dejo caer de bruces en el colchón, el nudo fue incomodo pero ya no algo demasiado molesto, menos cuando Katsuki comenzó a llenarlo de suaves y dulces besos.

—Kacchan, por que me amarías cuando puedes tener a quien quieras— pregunto con suavidad

—Por que nadie sería tú, nunca nadie ha sido tú, desde pequeños mi paz estaba cuando caminabas a mi lado, cuando te perdí en esos años, fue horrendo, mi quirk era molesto y no podía controlarlo, mi carácter cambio aun más, quizá cambie nuevamente cuando crecí y entendí que no llegaría a mi meta si seguía de aquella forma, y entonces llegaste, y yo me sentí bien conmigo mismo una vez más, se que ahora somos de mundos diferentes. Pero quiero amarte y que me ames aunque sigamos siendo héroe y villano— finalizó con suavidad mirando al contrario.

—No me pidas que cambie lo que soy y quien soy, si prometes eso y lo cumples, creo que me gustaría intentarlo— susurro moviéndose cuando la presión paso, se giro para ver a Katsuki a los ojos qué le miraba extraño además de sentir cada emoción en su interior.

—Nunca pediría qué cambies nada— respondió.

Izuku le regalo una bella sonrisa libre de miedos y mascaras.

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Volver a la ciudad se sentía diferente, Izuku miraba el paisaje, sabía que al día siguiente debería ir a la UA, tiene que trabajar rápido así que llamaría a Furota para pedirle algún consejo

Apenas llego a la ciudad, su teléfono comenzo a sonar, con curiosidad lo tomo, era un correo, jadeo al verlo.

"Querido hermanito, quería invitarte, que te parece una reunion en nuestro lugar  favorito, debes llegar o si no— tiro de algo y al momento apareció el doctor en cámara—tengo a su bebé y a su esposa, haste cargo de las consecuencias de creer que eres superior a mi.

La imagen se corto dejando un cuadro del rostro de Furota y el temor qué se veía en sus ojos.

Katsuki miró a Izuku y aparco el auto al costado, Izuku le enseño el correo haciendo qué el cenizo gruñera con fuerza.

—Lo encontraremos— anuncio Katsuki

—No, Tomura miente, lo conozco lo suficiente para asegurarlo, no creo que tenga a su esposa y al bebé, kacchan debemos encontrarlos antes— susurro con miedo.

El cenizo miró de reojo a Izuku y retomo su camino, llegaron al departamento de Izuku y apenas estuvieron ahí.

—Debemos ir al bar esta noche— susurro Izuku.

Katsuki lo tomo del brazo haciendo qué lo mirara si o si.

—Primero debes calmarte, pensar con la cabeza fría, no puedes arriesgarte y esperar que nada salga mal, encontraremos a la esposa y al bebé, pero guarda compostura, iremos al bar, buscaremos cualquier información y la corroboramos juntos ok— anuncio Katsuki

Izuku miró al cenizo por un largo rato antes de asentir

—Confío en ti Kacchan— susurro

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