ꨄ|𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 10|ꨄ

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Cada vez que alguien lo había amado, había muerto protegiendolo, su padre los amo y por amor acepto aquel trabajo para que ellos no pagaran las consecuencias, murió asesinado en un callejón, nadie lloro su partida ya qué su madre y él lo supieron aquel día en que ellos también habían muerto.

Su madre lo amo y dejo que le hiciera aquellas cosas horribles para evitar que las hicieran a él, ella antes de morir le sonrió y le dijo que era un buen niño, que todo estaba bien, que lo amaba.

El disparo perforó su cabeza y mancho de sangre y otras cosas a su alrededor junto a su pequeño rostro.

En aquel horrible lugar, ese niño lo amo, lo protegió y por curar sus heridas lo mataron, nadie debe ser tan débil para depender de otros para sanar, esas fueron las palabras de aquel hombre al qué le gustaba que le llamaran maestro.

En su tiempo como aprendiz en la liga, un alfa qué ayudaba el doctor Garaki lo amo, y cuando AFO lo descubrió lo uso para controlarlo, lo torturó tanto que Izuku solo le pedía perdón a un par de ojos sin vida qué se convirtieron después en uno de los primero Nomus.

Esa alfa le cuido como un hijo y murió, para todos de causas naturales, él sabia que fue orden de AFO y las palabras de "el maestro" se clavaron con más fuerza en su cabeza.

"Nadie debe ser tan débil para depender de otros para sanar"

Pero con Katsuki se sentía débil, tan debil qué aquellas cicatrices qué tanto sangraban comenzaron a cerrar poco a poco, al menos ya no mataban.

Volvió su vista al cenizo qué había vuelto del centro comercial, habían hecho una parada por comida y no presto atención a que otras cosas dijo el cenizo.

Lo vio acomodarse en el asiento y arrancar el auto, de pronto eran esos niños qué una vez habían soñado juntos con ser héroes, tan inocentes y llenos de sueños, por suerte el cenizo los había alcanzado y eso lo hacía feliz, mucho más de lo que deseaba.

—Aún te gusta el algodón de azúcar? — pregunto Katsuki rompiendo el silencio qué se había instalado.

—Hace más de diez años que no lo he vuelto a comer— Respondió Izuku, mantenía la vista en el cenizo, quería alargar su mano y tocarlo.

Pero no debía, tenía que mantener esa apariencia apartada y esa actitud, no quería que Katsuki tirara más barreras, no lo quería en su vida, ahora solo tenia que convencerse de ello.

—Con razón eres tan amargado— soltó con burla el enigma

—Oye, soy miss simpatia— gruño Izuku— el amargado eres tú

—Yo? Pero si es a ti a quien todo le molesta, o es la falta de dulces o la falta de sexo, quizá ambos por lo gruñón qué eres— se mofo el cenizo mirando a Izuku— puedo ayudarte con ambos casos.

—Mantén tu cosa lejos de mi—soltó antes de rodar los ojos— he tenido muy buen sexo, debe ser la falta de dulces— comento pensativo— quizá eso sea.

—Seguro que has tenido buen sexo?

—Seguro, muy bueno a diferencia de ti seguramente, oh por eso andas como gata en celo— comenzó a reir— desde cuando no la pones como debe ser eh?

Katsuki gruño un poco, ser un enigma era bueno la mayor parte de veces hasta que llegas al sexo, un omega no lo aguanta como debe, podría desgarrarlos o en su celo matarlos con su simple aroma, un alfa no es dulce como para pasar un juego previo agradable, tampoco es fácil encontrar uno que se deje follar, aunque su aroma los hacía caer, no era lo mismo, y los beta al igual que los omega, soportan un alfa más no un enigma así que siempre tuvo que ser demasiado cuidadoso y el sexo terminaba siendo de todo menos placentero.

—No me gusta el sexo con cadaveres— soltó

—Pero si quieres tomarme a la fuerza, eso es violacion— apunto Izuku.

—No lo es si eres tu el que juega con fuego para que lo tome a la fuerza, tampoco es como que realmente te moleste la idea de que así sea, dejame adivinar, te gustaría una cacería? — soltó dejando que su aroma fuera algo más denso, sus colmillos se marcaron sobre su labio.

Izuku se sonrojo, desvío la vista y se removió incomodo al sentir su cuerpo vibrar ante la idea de ser cazado por un enigma y luego ser tomado sin piedad.

Katsuki ladeo la cabeza sintiendo el aroma del lubricante, había encontrado una investigación unas noches atrás mientras jugaba su teléfono aburrido de que sus rondas estaban aburridas.

Hablaba sobre las castas raras, un experto decía que estas castas, Gamma, Sigma al ser dominantes con capacidad de procrear debían asegurarse qué su pareja fuera digna, debían ser sometidos para aceptar de verdad a su pareja, que este se imponga, su lobo contra el lobo del contrario.

Katsuki sabía que la información no era tan errada, siempre había tenido un impulso cazador, como su debiera hacer qué su pareja le aceptará, algunos animales grandes tienen comportamientos parecidos, donde el macho dominante somete a la hembra dominante para que este le deje aparearse

—Izuku, quiero conocerte más— trato de desviar el tema, el auto era mala idea para que sus cuerpos comenzarán a reaccionar a ideas tentadoras.

—No— soltó de pronto—No quiero que me conozcas, no quiero que se rompa la barrera, eres el héroe número uno, yo soy uno de los villanos más buscados, tenemos un trato ganar-ganar, tu tienes a tu cachorro y yo mi libertad completa, después de eso nuestros caminos no volverán a mezclarse, es todo lo que debemos ser y esta bien asi— hablo con tanta rapidez qué  Katsuki solo suspiro.

—Tendrás a mi cachorro, yo limpiare tu historial, por lo menos seamos amigos— comento

—No— volvió a decir Izuku—no, no esta bien eso Katsuki, solo seré la incubadora de tu hijo es todo.

—Eso suena mal— suspiro Katsuki —serás la madre de mi hijo.

—Jamás seré su madre, solo seré quien lo parió y ya.

Katsuki apretó los labios y no volvió a decir nada solo se dedico a manejar.

Fueron quizá treinta minutos más en un silencio demasiado tenso, Izuku observó la gran cerca donde finaliza a un sendero al costado de la carretera, ahora entendía el motivo de que el enigma llevará un gran jeep en vez de un lujoso Bentley como la mayoría de héroes.

La cerca se abrió dejando ver más árboles y el sendero semi oscuro.

—Todo esto es tuyo? — pregunto curioso.

—Si, ocho hectáreas de bosque cercado con una casa a mitad—acepto.

Su cuerpo ahora si estaba demasiado ansioso, casi sentía que vibraba cada célula.

—Caperucita quiere que el lobo lo coma? — susurro Katsuki

Izuku sintió como el auto se detuvo, la puerta rechino un poco al cerrarse, podía bajar y correr sabiendo que Katsuki lo perseguirá o quedarse y el enigma seguiría el camino hasta la casa.

Su loba estaba ansiosa paseando de un lado a otro, su alfa fue el que gruño, quería que lo persiguiera el poderoso enigma.

Abrió la puerta y bajo de un salto, sentía la mirada cada vez más pesada sobre él, se giro y sonrió a Katsuki

—Que colmillos tan grandes tiene señor lobo— soltó coqueto antes de echarse a correr bosque adentro.

Katsuki gruño emocionado y no dudo en bajarse, sus ojos completamente negros inspeccionaron el bosque, una pequeña ventaja no estaba mal, después de todo tendría la noche entera para "cenar" a gusto.

Se acercó al lindero ele bosque y gruño con fuerza, por primera vez dejo que sus sentidos lo gobernarán por completo, su lobo estaba listo para cazar.

—Son para comerte mejor Izuku— grito sabiendo que el Sigma lo escucharía.

Uno, dos, tres...

La persecución comenzó......

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