Este capítulo es mini en comparación a anteriores pero es que no quería arruinar la perfección del anterior con esta parte tan oscura y que es el suspenso de esta parte de la historia.
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.Sasuke cruzó el muelle iluminado por la luz de la luna a toda velocidad. Llegaba tarde a una reunión, aunque en realidad eso no le importaba. Lo único que le importaba en aquel instante era la mujer que había dejado durmiendo en el camarote —su esposa— y el miedo que ésta sentiría si despertaba y no lo encontraba. Sakura no sabía hasta qué punto se sentía unido a ella, y en realidad él tampoco, pero se había entregado a él a pesar de las dudas. Había confiado en que haría lo correcto y la reconocería como a su esposa. Pero nada le obligaba. Sasuke estaba convencido de que podría llevar a Sakura de regreso a Londres con su padre y anular la boda por poderes. Era una mujer inteligente y él había sido honesto sobre su pasado, pero Sakura había asumido el riesgo y le había dejado compartir su lecho.
Era la primera persona, en toda su vida, que le daba el beneficio de la duda. La primera persona que lo deseaba de verdad, y no sólo para que le diese placer durante una o dos horas, sino durante el resto de su vida. Sasuke se negaba a perder el respeto de Sakura; en especial, por culpa del desagradable recado que estaba llevando a cabo en esos instantes. Entró en la taberna del puerto y se detuvo en el umbral para que sus ojos se acostumbrasen al interior.
Se sentó junto al par de piratas que lo esperaban y pensó por más de un segundo que está era la decisión de la que más se arrepentía de toda su vida. Sasuke se esforzaba muchísimo en no atacar a las tripulaciones de los barcos que abordaba y nunca había matado a nadie que no estuviese intentando arrebatarle la vida. Sin embargo, Gozu y Meizu mataban y torturaban por placer.
—Hemos oído por ahí que tenemos que repartirnos un botín de lo más suculento —dijo Meizu con voz empalagosa. A ojo ajeno parecería que era el gemelo más civilizado, pero Sasuke sabía que era el más cruel—. Esta tarde he visto cómo parte de la mercancía caminaba hacia ti en el puerto, un artículo de primera calidad. La reverencia ha sido un detalle precioso. La has domado bien, Sharingan, aunque personalmente me gusta que mis amantes tengan más carácter.-
A Sasuke le ardieron las entrañas al contener la rabia que sentía y colocó la mano en la daga que llevaba atada al muslo. Pensar que esos hombres habían visto a su esposa, aunque fuese a distancia, le ponía enfermo. Él ya sabía que ese encuentro iba a ser difícil, pero no había logrado anticipar que iba a poner en peligro a Sakura; había dado por hecho que no se vería afectada por aquel endiablado pacto.
—Ha habido un cambio de planes —les dijo—. Os pagaré vuestra parte- Gozu se puso en pie de un salto lanzando la silla al suelo.
—¡Bastardo! —Miró furioso a su hermano—. ¡Te dije que no podíamos confiar en él!-
—Cálmate —farfulló Meizu—. Me encargaré de que recibas tu parte. —
-¡Y una mierda! —se quejó Gozu bajando la voz, aunque su enfado no fue por ello menos evidente—. La quiero ahora. He oído muchas historias acerca del cargamento que transportaba el barco de ese rico comerciante: sedas y vinos de Francia, jarrones y vajillas orientales, telas suntuosas, especias exóticas, baúles llenos de oro. No capturamos un botín de este calibre desde el año pasado, y tal vez tardemos un año más en dar con otro. —El francés fulminó con la mirada a Sasuke—. Si te niegas acompartir esas riquezas con nosotros, mi querido Judas, iré a buscarlas yo mismo.-
—Quiero ver cómo lo intentas —se burló Sasuke—. Si es necesario, quemaré el barco y todo lo que hay dentro para evitarlo.- Meizu colocó una mano en el hombro de su hermano para detenerlo y miró intrigado a Sasuke.
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RE II: Placeres robados.
Ficción histórica¿Que pasa si en tu viaje a conocer a tu nuevo esposo, eres secuestrada por piratas? Él líder de la atemorizante tripulación, es extremadamente guapo, dice que él es tu esposo y tú te mueres por compartir la cama... hacer valido tu matrimonio de con...