Capítulo V
Sasuke subió a cubierta y tuvo que girar sobre sus talones para encontrar a Sakura. Estaba sentada sobre un barril en la cubierta de proa mirando al mar pensativa. Se acercó haciendo ruido adrede con las botas para anunciar su presencia y no asustarla. Sonrió cuando ella levantó una botella de vino y bebió directamente de ella.
—¿Me invitas a un trago, amor? - Sakura le pasó el vino.
—¿Cómo ha ido la cena con el capitán? —
-No estoy seguro. He estado muy distraído. –
—¿Oh? ¿Con qué, si puede saberse? -
—Contigo. Te he imaginado desnuda en la cama, cenando sin mí-.
—Yo jamás comería desnuda —se rio— Y mucho menos en la cama. No me gusta encontrar migas en las sábanas. —Sus labios esbozaron una sonrisa contenida—. ¿Alguna vez piensas en algo que no sea el sexo? —
-Alguna. Esta misma tarde me he preguntado qué estabas haciendo en el Caribe. -
La sonrisa de Sakura se desvaneció. Era la primera vez que uno de los dos sacaba el tema de su pasado. Habían establecido tácitamente una especie de pacto por el cual vivían sólo en el presente, pero cada vez faltaba menos para que llegasen a Inglaterra. Pronto tendrían que presentarse ante el mundo entero como lord y lady Uchiha, y sin embargo apenas eran algo más que desconocidos íntimos. Sasuke conocía hasta el más pequeño detalle del cuerpo de Sakura, pero tanto el pasado como el futuro de su esposa seguían siendo un misterio para él. Ella suspiró.
—Mi padre tiene allí una plantación.-
—¿Y te gusta más estar allí que en Londres? —
-Me gusta la libertad. - Sasuke frunció el ceño, había algo que no le estaba contando.
—¿Y qué me dices de la temporada? Tú eres un diamante de primera calidad, amor. Tu popularidad está asegurada. -
Se le retorcieron las entrañas al pronunciar la última frase. Los hombres se acercarían a su esposa como las moscas a la miel, su estatus de mujer casada la haría todavía más deseable. Pensar en que habría otros hombres babeando alrededor de Sakura cuando él estuviese en alta mar despertó su instinto asesino. Ella desvió la mirada hacia el mar esquivando la de su esposo.
—Antes me gustaba estar en Londres por la temporada, pero ahora ya no me apetece.- Había algo más. Sasuke lo sabía, pero dudaba si debía presionarla y seguir insistiendo. El tiempo que habían pasado juntos en el barco había sido idílico, y no quería estropearlo. La realidad no tardaría en interponerse entre los dos.
—Y ahora que estás casada, ¿tienes intención de convertir Inglaterra en tu hogar?- Esa pregunta consiguió que Sakura volviese a mirarlo.
—Por supuesto. Ahora tu hogar es mi hogar. -
—Mi hogar es el mar.- Sakura asintió sin dudarlo y Sasuke sintió una punzada en el pecho.
¿Y qué esperaba?, ¿que se pusiera a llorar y a suplicarle que se quedase con ella? ¿Acaso no había capitulado sólo para tener a una mujer con la que saciar su lujuria y que pudiera darle herederos? Haber descubierto que el deseo y el anhelo que sentía por ella iban mucho más allá de lo que había creído en un principio no implicaba que Sakura sintiese lo mismo. Le puso una mano en el hombro y le acarició el cuello con delicadeza.

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RE II: Placeres robados.
Historical Fiction¿Que pasa si en tu viaje a conocer a tu nuevo esposo, eres secuestrada por piratas? Él líder de la atemorizante tripulación, es extremadamente guapo, dice que él es tu esposo y tú te mueres por compartir la cama... hacer valido tu matrimonio de con...