Capítulo VI:Sasuke caminó furioso de un lado al otro de su dormitorio calificándose a sí mismo de idiota por haber creído que podría volver a Inglaterra y salir ileso de la experiencia. En su mente se repetía una y otra vez la escena de esa tarde. ¿Qué habría pasado si él no hubiese interceptado el barco de Sakura? ¿Habría llegado a Inglaterra y le habrían hecho creer que Obito era su esposo? La farsa no habría durado demasiado. A menos que el marqués hubiese pretendido llevarse a Sakura directamente a Konoha y retenerla allí unos meses, los necesarios para que se quedase embarazada, cuando ella habría estado demasiado desolada como para irse. Se ponía enfermo sólo de pensarlo, era un plan mezquino y retorcido. Había metido a Sakura en medio de ese grupo de alimañas. Ahora su esposa sabía lo nauseabunda que era la sangre que circulaba por sus venas.
La puerta que comunicaba las habitaciones se abrió detrás de él.
Cuando Sasuke se dio media vuelta para enfrentarse a Sakura se quedó devastado al verla vestida con un delicado camisón blanco y un batín del mismo color; debían de formar parte de su ajuar. Los ojos verdes de ella lo recorrieron de arriba abajo al ver que todavía estaba vestido.
-Te vas -adivinó sin más. Sasuke se quedó dónde estaba, la piel le quedó empapada de sudor de inmediato. Quería decirle algo, lo que fuera, para eliminar el dolor que apareció en sus ojos, pero tenía la boca demasiado seca. -¿Cuándo? -le preguntó Sakura, rota de dolor-. ¿Ahora?- La repuesta salió de sus labios con más frialdad de la que pretendía.
-Tú misma dijiste que querías un marido ausente.-
-Ya sé lo que dije. -Se quedó contemplándolo con el corazón en la mirada.
En contra de su voluntad, Sasuke levantó una mano para tocarla y Sakura corrió a meterse entre sus brazos. La suavidad y calidez de ella le saturó los sentidos. «¿Cómo es posible que creyera que esto iba a resultarme fácil?».
-No quiero dejarte -murmuró por encima del pelo de ella, entonces se odió por haber reconocido tal flaqueza.
-¿Puedes esperar unos días? -le pidió-. Dame un poco de tiempo para que pueda tranquilizar a mi padre. Una semana o dos a lo sumo, y me iré contigo.- Sasuke notó una dolorosa presión en el pecho y que su pene se excitaba, ansioso por estar con ella.
-¿Harías eso? -le preguntó con la voz ronca-. ¿Vivirías en el barco conmigo, renunciarías a tener un hogar?-
-Mi hogar está contigo. -Le rodeó la muñeca con los delicados dedos y le guio la mano entre sus piernas. Allí le cubrió los dedos con los suyos y los colocó encima de su sexo-. Estás tenso, tan alterado como una pantera enjaulada. -Movió las caderas hacia la mano de él buscando la fricción de sus dedos-. Deja que te ayude a relajarte. Podemos hablar de todo esto cuando amanezca.-Él cerró los ojos y presionó los labios en su pelo.
-Está noche no puedo estar contigo. No confío en mí. No tal como estoy.- Estaba tan furioso, tan enfadado, que apenas podía respirar, y con el cuerpo de ella ondulando en su mano lo único que quería hacer era tumbarla en la cama y follársela hasta que no pudiera pensar, hasta que no pudiera sentir.
-Sé que estás furioso y que te sientes frustrado, pero tú nunca me harías daño.-Sintiendo como sentía la deliberada necesidad de discutir con ella, le habló con brusquedad:
-Tú no sabes nada de mí. Abordé tu barco sólo para pasármelo bien. Tal vez te habría violado de no haber estado tú tan dispuesta.-
-Oh, Sasuke -suspiró Sakura-. Si prefieres discutir en vez de hacer el amor, supongo que puedo adaptarme, pero al menos di la verdad. Abordaste mi barco sin poner en peligro la vida de nadie. ¿Y violarme? - Lo miró divertida-. Un hombre tan increíblemente atractivo como tú no tiene necesidad de llegar a ese extremo. Tuviste suerte de que fuera tu esposa, de lo contrario tal vez yo te habría violado a ti.-La fulminó con la mirada a pesar de que su alma se moría por ella.
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RE II: Placeres robados.
Historical Fiction¿Que pasa si en tu viaje a conocer a tu nuevo esposo, eres secuestrada por piratas? Él líder de la atemorizante tripulación, es extremadamente guapo, dice que él es tu esposo y tú te mueres por compartir la cama... hacer valido tu matrimonio de con...