2.- Estafas y cefalea.

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LIA

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LIA.

—No estoy segura de que esto sea comestible aún —olfateo el plato que tengo frente a mí.

—Tonterías, lo compre hace dos semanas —Vania se queja.

—Esto lleva lácteo, Vania —señalo.

—¿Y? La leche me dura tres semanas en la nevera —se defiende.

—La cosa es que esa viene envasada —explico.

Dejo el plato a su lado en el sofa, contenía una porción de pudín de chocolate. Estoy segura de que eso lleva más de tres semanas en la nevera, hasta se estaba secando. Y no era exactamente el aspecto que debía de tener un postre y no confiaba tanto en Vania como para tener la minima posibilidad de intoxicarme por su cordial y vencido postre de bienvenida en su hogar. 

Miro el pudín con algo de asco, no parecía ni un poquito apetecible. Vania se encoge de hombros y comienza a comer el pudín sin remordimientos visibles.

—¿Y cómo terminaste viviendo en —miro a mi alrededor sin saber bien como describir su casa. Era un cuarto en un edificio de ocho pisos, ella vivía en el octavo y la única manera de acceder a su vivienda era por la escalera de incendios—... en esto?

Sentada en el sofá, recorre con la mirada su pequeño lugar.

—Me pregunto lo mismo todo los días —dice.

—¿Se siente mejor? —me inclino hacía su pierna.

—No siento nada de la rodilla para abajo —responde tranquila.

—Ese es el efecto de la crema que me dijiste que te ponga, supongo.

Habían envases llenos de ungüentos en una de sus mesas, lo cual no dejaba de parecerme raro.

—¿Cúal me pusiste? —duda ella.

—La de tapa roja —indico rápidamente.

—Lia —me llama.

—¿Si? 

—Esa es mostaza caducada —aclara.

La miro con cara de indignación, ¿Qué tan descuidado y raro había que ser para tener mostaza caducada en un envase de tapa roja con una etiqueta de ungüento?

—¿Por qué todo en tu casa está caducado? —le pregunto.

—Creo que funciona igual, ni siquiera me duele. Me lo aplicaré todos los días —avisa.

—No te lo recomiendo si hay ratas en el lugar.

Si había mostaza caducada y postres caducados, habían ratas. Y no quería amanecer con la noticia de que a Vania le habían tragado la pierna una miserable rata.

Mi Casa Eres Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora