Traducido
El silencio llenó el bosque por sólo un momento antes de que la maleza susurrara una vez más. Chimuelo salió de la oscuridad como un gato de la jungla, con la silla colgando de su boca.
El alivio calentó a Hipo, tanto al ver al dragón como a la previsión de Chimuelo de esconder la silla con él. Encontrar eso entre sus pertenencias habría planteado demasiadas preguntas... y cuanto menos escuchara la voz de Arnulf, mejor.
Chimuelo escupió la silla de su boca. Tenía las pupilas cortadas, las fosas nasales dilatadas y sus movimientos eran bruscos, como si todavía luchara consigo mismo para no correr tras los franceses.
::¿Estás bien?:: presionó la Furia Nocturna, sonaba tan agitado como sus movimientos. Acercó su rostro al de Hipo y olfateó la mejilla del humano. El cabello de Hipo revoloteó y las puntas rozaron el área palpitante.
Hipo asintió antes de hablar. "Sí."
::¿Quieres ir a buscar tus cosas?::
Hipo negó con la cabeza. Aunque anticipado, Chimuelo parecía molesto.
"Uno hablaba nórdico", murmuró Hipo, indiferente. "Dijo que su némesis lo habló... así que su némesis debe ser un nórdico. Probablemente esté acostumbrado a luchar contra vikingos... y eso significa que existe la posibilidad de que sepan cómo luchar contra dragones. No quiero correr ese riesgo. Puedo conseguir este tesoro..."
Hipo se pasó una mano por la cara y se detuvo sobre la mandíbula magullada que recibió la peor parte del golpe. Cuanto más al sur llegaba, menos hombres del tamaño de un vikingo encontraba... pero, a pesar de carecer de la estatura de un vikingo, esos malditos franceses golpeaban como tal.
O tal vez le dolió más porque no se defendió. No físicamente.
::¿Hipo?:: Chimuelo canturreó, manteniéndose cerca del humano. ::Hipo, ¿qué pasa? Recuperaremos tus cosas. No me importa si pueden luchar contra dragones o no, todavía puedo con ellos::
"Sí, puedes", asintió Hipo en voz baja. "Pero yo no puedo."
La ceja de Chimuelo bajó. Las placas a un lado de su cara temblaron. La preocupación dejó sus hombros y alas tensos. Culpabilidad, solicitud... cosas que rara vez sentía hacia los demás.
Hipo tenía ese efecto en él.
:: Hipo... ¿Se trata de lo que te dije antes? Debes saber que estaba hablando por miedo—::
"Lo sé", lo interrumpió Hipo, ya que Gudrid ya lo había escuchado. "Tienes miedo de que algún día me maten porque siempre muerdo más de lo que puedo masticar". Y era un miedo muy sensato. "Pero no puedes seguir peleando mis batallas, Chimuelo."
Chimuelo se recostó, comenzando a identificarse con la indignación anterior de Hipo durante su discusión.
::No lo haré:: Le aseguró Chimuelo. ::Estás mejorando. Eres genial con la pequeña cuchilla. Y eres rápido::
A pesar de las palabras de aliento, Hipo no pudo evitar sentir el aguijón de la condescendencia.
"Sí, ese soy yo", resopló Hipo. "Excelente para huir."
Chimuelo puso los ojos en blanco ante el comentario auto despreciativo.
::Incluso si fueras el guerrero más hábil de tu raza humana, no habrías podido derrotar a todos esos hombres::
Hipo mantuvo su respuesta inicial sobre subestimar a los guerreros de Berk y en su lugar optó por abordar la afirmación anterior de Chimuelo.
"Y aún así, podrías."
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Enganches
AventuraHipo no vio el punto de detener a Astrid mientras corría hacia su pueblo-hacia su padre-con su secreto más desesperadamente protegido. Había decidido irse de todos modos. Una historia para un publico mayor de edad. Se desvía de la pelicula y cuent...