DRAGON X CROCODILE X DOFLAMINGO

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Este igual es un pedido.

El oscuro manto de la noche cubría el reino de Dresarosa, en dónde se encontraba un rubio de más de tres metros de altura sentado en su trono observando a la nada. Mientras una lluvia de recuerdos, golpeaba su mente, de tal manera que se le hace imposible el ignorarlos.

En uno de sus tantos recuerdos; Observo a un joven de piel cetrina, con unos afilados ojos azabaches y una atrayente cicatriz que adornaba su rostro. Inconscientemente sonrió al verlo, el joven tenía una expresión de molestia y desilución, a su lado se encontraba otro joven un poco más alto que el anterior, ese hombre de cabello negro y uniforme de Marín, sostenía en brazos a Crocodile.

Aún recuerda lo que les dijo ese día.

-"Yo tengo sangre de los dragones celestiales y soy el jefe de la familia Donquixote, poseo haki de conquistador. Literalmente soy uno de los seres humanos con mucha influencia política y económica....y aún así soy incapaz de cumplir tu sueño...Croco"-

Dragón, solo se limito a bajar la mirada con impotencia. Ambos lo sabían Dragón y Doflamingo eran consientes de su estatus, un dragón celestial y un vice almirante a nada de volverse almirante. Y aún así son incapaces de hacer feliz a la persona que aman.

Recordar eso, siempre le causo dolor, aún cuando lo consiguieron le seguía atormentando ese recuerdo, ¿Por qué?, porque tardaron más de diez años en completar su sueño.

Diez jodidos años, en los cuales el se había convertido en el monarca de Dresarosa y Dragón en el jefe de la armada revolucionaria. Eran literalmente  las personas más peligrosas del momento....

Sacudió su cabeza bruscamente tratando ignorar ese recuerdo. Después de un rato lo único que consiguió fue recordar más cosas algunas más amargas que otras.

Cómo cuando Dragón fue herido cuando desafío a su "padre". Esa noche la recuerda muy bien.

El dolor en la mirada de Crocodile y el aplastante sentimiento de impotencia por no poder hacer nada para ayudarlo. La ira en su corazón cuando Garp le corto el rostro a Dragón.

Recuerda que grito, grito como nunca al verlo así y lo peor de todo fue, que su grito se convino con el de Crocodile cuando su "padre" le cortó su mano derecha como castigo por traicionar su bandera.

Esa noche todos perdieron algo importante. Dragón perdió el minúsculo vínculo con su "padre", Crocodile perdió a sus hermanos y hermanas, a su "padre" y su mano derecha, y ¿Él? El perdió su puesto como dragón celestial.

Desde esa noche, sus pesadillas aumentaron. Lo único bueno, fue que los tres se volvieron más unidos.

-¿Por qué recuerdo esto-
Dijo en voz alta en forma de reclamo.

En eso escucha como un pequeño niño rubio se acerca a el a pasos torpes, Doffy solo ríe al verlo así, se acerca a pasos lentos para cargar al pequeño niño.

-¿Qué haces aquí pequeño Sabo, es muy noche para que estés despierto?-

Cuestiona con voz tranquila, mientras camina a la habitación del menor.

-Me pica-

Dice mientras se frota la herida vendada.

-Lo se pequeño, se que te pica, pero no te puedes rascar la herida, se puede infectar-

Lo lleve con tranquilidad al cuarto en dónde se encuentras sus otros dos hermanos.

-Vamos pequeño Sabo, papá cuidara de ti mientras duermes-

Y si fuera por arte de magia el pequeño rubio se durmió. Después de un rato, salió de la habitación y volvió a su trono, en dónde se encontró a Dragón que tarareaba una canción.

-¿Que hace el humilde cucarachon antimonarquico sentado en un trono?-

Te pregunté con burla.

-Existiendo-  

Rei por tu respuesta.

-Cuando quieres eres divertido-

-Y tu cuando quieres no eres tan insoportable-


Dibujito que hice entre clases

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