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Un semialbino tronaba sus dedos con nerviosismo por el lugar en el que se encontraba, principalmente sabiendo para lo que estaba allí, ya que le incomodaba el motivo.

Maldecía que su cumpleaños numero 115 estuviera tan cerca, pues eso significaba que tendria que cumplir con la tradición de todo vampiro dentro de la familia real.

Aquella festividad se le hacia innecesaria y vil, debido a que practicamente consistía en violar y humillar, mientras los demás vampiros, hechiceros y humano lo celebraban, las ultimas dos clases con hipocresía claro está.

Se encontraba al lado de su padre en un banco de sangre, observando como los hombres lobo, donaban aquel líquido rojo que les servia a ellos de alimento sin obtener recompensa alguna; eran esclavos solo por ser los unicos no dispuestos a negociar su territorio para contribuir al imperio de su raza.

-observalos a todos, será tuyo el que elijas- dijo cortante su padre refiriendose a aquellos hibridos como si fueran un objeto cualquiera.

-te lo dije viejo, no me interesa nada de esto- respondió frustrado y enojado.

-esta bien, yo lo elegire por tí- dejó en claro

-entonces me largo- espeto sin más, no soportaria un segundo más observando toda la tortura otorgada a los vulnerables.

Sin más se fué caminando en dirección al castillo, su hogar, debido a que no estaba tan lejos del banco por ser este propiedad de la familia real.

Pasó como de costumbre por la aldea en la que habitaban varios humanos, observando como todos lo miraban con cierto temor mientras hacian una reverencia.

-¡principe Todoroki!- escuchó una voz familiar a lo lejos

Mientras tanto un chico rubió de 16 años se dirigía a "pagar" su impuesto para poder seguir con vida, siempre estuvo en contra de esa estupidez, de ser considerado inferior y tener que alimentar a los vampiros con un liquido vital para ellos, cuando estos ni siquiera les proveen alimentos como a otras especies.

Todo era completamente injusto, tener que cazar gastando sus energías que apenas se reponian con la porción de alimento que se repartia a cada uno y encima tener que hacer aquella acción atolondrados por la sangre extraida como impuesto para seguir esclavizados en esas miserables condiciones de vida.

Al llegar al lugar se encontro a lo lejos con el tirano que todos hacian llamar rey, Enji Todoroki...

Chisto la lengua y siguió su camino, sentandose en una silla para que una aguja comenzara a succionar el liquido carmesi dentro de sus venas, siendo esto observado por tres banqueros y "Endeavor" como se hacia llamar el Todoroki mayor.

Escuchaba cuchicheos sin averiguar lo que decían debido a que su audición se debilitaba con cada mililitro de sangre menos que era extraido.

-él es Katsuki Bakugou, pertenece a una familia importante dentro de esa incivilizada tribu, al parecer es hijo de los lideres actuales, sus ojos rubí son una joya que rara vez logran encontrarse en los hombres lobo, tiene un cuerpo fino devajo de esas prendas de piel olgadas y solo tiene 16 así que su flujo de sangre es bueno- explicó uno de los banqueros

-su unico defecto es su caracter y rebeldía, pero eso se puede arreglar facil con unos cuantos golpes y dandole a entender su lugar- agregó otro

-su cuello tampoco es tan ancho, sin embargo es lo suficientemente comodo para beber directamente de el, su piel pálida quedara bien con cualquier color que quiera darle a su collar de pertenencia y lo más importante de todo, es virgen- finalizó esta vez una mujer

-suena prometedor- musitó -lo quiero en el castillo mañana por la mañana- oredenó friamente

-sí rey Endeavor- dijeron a unisono los 3

La extracción de sangre terminó, así que dispuesto a retirarse se dirigió la puerta, siendo esto impedido por 5 guardias.

-¿que mierda?- cuestionó entre dientes

-lo sentimos joven Bakugou- pronunció suavemente uno de los presentes con lastima

N. Todoroki:

Iba de regreso al palacio porque estaba agobiado con todo esto de los rituales y tradiciones que como heredero de los Todoroki tengo que asumir.

Estaba decidido a avanzar más rápido cuando alguien me llamó, mi único amigo.

-Midoriya, te he dicho que no hacen falta las formalidades- me quejé

-Lo siento Todoroki kun pero estamos en público -le respondió sonriente su unico amigo además de su exmentor y ahora consejero aizawa shota

-no importa- quito importancia a su reclamo

-¡entonces a partir de mañana ya serás todo un futuro rey!- felicitó el peliverde

-No tienes que recordarmelo- volvió a quejarse

-lo siento- se disculpo de nuevo

-odio ser un vampiro y encima su hijo- soltó desanimado

-bueno, al menos estas del lado privilegiado ¿no lo crees?- intento animar

-eso es lo que más me molesta-

-pero, cuando tu seas rey puedes cambiar lo que no te gusta- insinuó en un ultimo intento de animar al semialbino

-faltan siglos para eso- respondió sin más

-en eso tienes razón- terminó por cerrar ese tema de conversación

-tengo que regresar o Fuyumi se preocupara- se despidió

-está bien Todoroki kun, te veo mañana en la ceremonia, aún tengo que escoltar a Endeavor de regreso- dijo Midoriya

Izuku era un humano, mas había tenido el privilegio de crecer en el castillo debido a que su madre era una de las sirvientas de la familia real.

Gracias a esto se relacionó con Shoto desde que eran niños y se volvió su amigo, aunque posteriormente también ascendió a su guardia personal pues había sido entrenado por los mejores caballeros del reino.

Afortunadamente Endeavor no lo trataba como basura como con los demás.

-Midoriya- llamó el rey

-¿Si señor Endeavor?- cuestionó yendo hacia él inmediatamente

-necesito que ayudes a los guardias del banco a cumplir mi mandato para la ceremonia- exigió

-sí señor, voy en seguida- respondió entrando a aquel lugar que honestamente le daba escalofríos

No había preguntado sobre qué se trataba aquel mandato, pero puso asumirlo inmediatamente cuando observó a un hombre lobo ser rodeado por una cantidad considerable de guardias del banco.

-El señor Endeavor me mandó a ayudar con su encomienda- dijo a los 5 humanos allí presentes

-supongo que tú serás quien lo lleve al palacio ¿No es así?-

-ah sí-

-¿Por qué mierda me llevarían al palacio?- cuestionó el blondo al escuchar la conversación

-has sido elegido como el sirviente de sangre del principe Shoto- informó uno de los guardias

-¿Qué?- esto era absolutamente inaudito

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