red desire

8. the bank

-si los pagos van a ser así, contame todo lo que quieras- pidió el semialbino embobado ante la belleza del rubio

-jodido pervertido- se quejó levantandose del suelo siendo atraído por el semialbino quien le tomó de la cintura para acercarlo más nuevamente

-pero ¿Soy apto para cortejarte o no?- cuestionó cerca del rostro del contrario

-mmm, eso aún no lo decido- finalizó alejándose del semialbino

-como te decía, yo aún no me baño- dijo yéndose a meter al baño para cumplir dicha acción

Se encerró ahí en seguida, recargandose en la puerta y soltando un suspiro, si entiendo su corazón latir tan rápido que por unos segundos creyó que se saldría de su pecho.

-mierda- soltó para si mismo autocuestionandose sobre lo que acababa de hacer

Ya no odiaba a Shoto pero...¿Le agradaba lo suficiente como para hacerle una mamada? La verdad no, no sabía porqué mierda lo había hecho, tal vez fue víctima de sus propias emociones.

Lo peor es que le había gustado, a excepción de la parte donde casi se ahoga con el semen del contrario, claro está.

El gusto no venia directamente del contacto propio, sino de aquel sentimiento de superioridad que aquel le brindaba, aquel control que sintió tener sobre el Todoroki menor.

Quería mas, quería quebrarlo, verlo frágil, hacerlo llorar mientras le rogaba. Tal vez aquello venía de su propio odio por los de su raza, y por ende disfrutaba tener a un vampiro a sus pies, con la capacidad de someterlo aunque fuera por un medio sexual.

Era algo simplemente inexplicable que volvería a repetir al cien por ciento.

Sin más dejo que el agua relajara todas sus tensiones mientras automasajeaba sus músculos en un intento de calmarse aún más.

Pero solo vino a su mente lo ocurrido unos minutos antes con el semialbino, trató de eliminarlo de sus recuerdos, pero lo único que consiguió fue que aquella sensación se intencificara.

Pronto se dió cuenta de que tenía una erección y se sintió jodido, así que cambió el agua caliente por agua fría para hacer que cualquier deseo se fuera de su mente.

-maldito mitad y mitad- maldijo entre dientes saliendo de la bañera para secarse con furia, dejando su propia piel enrojecida por la fuerza ejercida

Después de ello se vistió antes de salir, no quería que el contrario le viera sin ropa y se lo volviera a comer con la mirada.

Para su sorpresa, cuando salió del baño, el semialbino ya estaba durmiendo, sabía que no necesutaba hacerlo, pero probablemente lo había hecho para ignorar lo anteriormente ocurrido.

Y sería mejor que él también lo hiciera, así que se recostó en su cama después de secarse el cabello.

Cuando despertó, notó al semialbino metido leyendo unos papeles y se le quedó viendo unos momentos mientras su cerebro terminaba de despertar.

-oh, ya estás despierto ¿Quieres desayunar?- cuestionó mientras dejaba aquel asunto de lado

-no, aún no- se estiró mientras cerraba sus ojos rubí

-¿Que es eso?- cuestionó viendo el papel el la mano del semialbino

-ah, asuntos del imperio que no logro resolver- respondió restándole importancia

-a ver- pidió extendiendo su mano, siendo aquellos documentos otorgados por el heterocromo

-es bastante fácil mitad y mitad, solo son cosas administrativas- comentó tras leerlos