14. proposal

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-ah Yaoyorozu...volviste- habló Shoto al verla entrar a su "oficina"

-sí...bueno quería decirte que gracias por decirme...sobre tí, y que sepas que retiraré mi propuesta sin contar a nadie el porqué- explicó

-oh gracias, creí que te habías molestado-

-un poco, la verdad, ya que me sentí estafada, porque la imagen que diste todo el tiempo era falsa, pero no hay nada que pueda hacer-

-en realidad siempre tuve envidia de la forma abierta en la que eras tú misma, sin importar lo que te dijeran, incluso tus padres- le elogió

-de igual forma, el matrimonio me impediría seguir con mi negocio- se autoconsoló la chica

-¿Negocio?- cuestionó intrigado

-bueno, abrí varias sucursales para fabricar perfumes de feromonas, potencializan su aroma básicamente, aunque sin dañar a los demás- explicó

-oh, entonces tú eras la dueña del negocio que estaba volviendo locos a todos-

-sí, justamente, la mejor vampiro de negocios en el distrito- se enorgulleció

-felicidades-

-te regalaré uno después, pero bueno, se me hace tarde, te veré después- se despidió dándole un beso en el cachete y saliendo.

Desde que era niña, Yaoyorozu se había relacionado con Shoto y este siempre la había protegido de los y las demás vampiros que se burlaban de ella por no ser igual de imponente que ellos.

Al semialbino siempre le había desagrado la desigualdad, así que no dudaba en defender a su amiga, de igual forma al ser un Todoroki, todos le temían, pues su referencia era el salvaje y despiadado rey endeavor.

La verdad es que el también estaba asustado, su padre jamás había estado para él, su familia tampoco.

La única persona que le cuidaba y a quien mostraba su lado vulnerable era un sirviente especial de su padre, pero este escapó sin explicación alguna, dejándole un trauma de abandono, después de sus problemas paternos.

Luego, en su lugar, llegó Hawks, quien era bastante bueno con él, pero no llenaba el vacío de la soledad que por años se había construido en su interior.

Con la llegada de Bakugou, había sentido una calidez extraña, tal vez porque de cierta forma le recordaba a aquel sirviente que jugó un rol paterno en su vida.

Aunque obviamente, a él no lo veía así, como un padre, eso sería perturbador y enfermo, solo lo veía como algo más.

Algo que cuidar apesar de que este lo pudiera romper.

-mitad y mitad, ¿Que quería esa?- entró también, sentándose desvergonzadamente en su escritorio

-canceló la propuesta de matrimonio- explicó

-bueno, por fin estaremos en paz entonces- supuso

Pero se maldijo a si mismo por decirlo, pues se había salado y ahora una nueva propuesta había llegado a su puerta.

-hola principe shoto- saludó un hombre de traje y cabellos platinados

-hola, eh, por el momento no estoy atendiendo citas- aclaró

Bakugou solo examinó de pies a cabeza a aquel hombre.

-tranquilo, no voy a hacerte nada lobito- rió ante lo amenazador y a la defensiva que este se había puesto

-bueno, sus sirvientes me dejaron entrar, soy un comerciante que viene a ofrecerle, una sirviente especial por un precio increible-

-no, no me interesa, gracias- declinó la oferta fingiendo que trabajaba

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