╰┈➤ 𝐘𝐄𝐒 𝐈 𝐀𝐂𝐂𝐄𝐏𝐓๋࣭ ⭑⚝ 𝓣𝓼𝓾𝓴𝓲𝓼𝓱𝓲𝓶𝓪 𝓴𝓮𝓲 𝔂 𝓽𝓾 🎧ྀི

017

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Las luces brillantes me estaban cegando, revolviendo mi cabeza y estómago como si estuviera apunto de desmayarme y vomitar. No había razón para sentirme así, al menos yo no lo sabía pero creo que ver a Tsukishima y a su prometida darse un beso fue parte de la causa.

Kuroo y yo nos separamos. Él fuera a saludar a sus amigos mientras que yo me fui al patio trasero para tomar aire. Allí la fiesta seguía. Había más gente de la que creía y la mayoría se divertía bailando.

De mi bolsillo saque un cigarro y a medida que me dirigía al gran árbol lo encendí, tratando de ocultar el humo hasta llegar al sitio.

Mi mundo daba vueltas y aunque no quisiera admitirlo, todo era por ese rubio con lentes.

—Espera.. —Oí en susurros pero cambiaron a jadeos. —Tsukishima podría vernos.

—Nadie viene a este árbol, tranquila.

Retrocedí un poco por la impresión. No quise mirar ni tampoco seguir oyendo pero apenas el nombre de Tsukishima salió de entre esos labios infieles de nuevo me apresure a encarar.

—Yo frecuentemente vengo a este árbol. —Dije parandome a un lado de ellos.

Hana y el chico se cubrieron como pudieron. Estaban en paños menores, con la respiración agitada y marcas de besos en todas partes. Hubiera preferido no fijarme en ello pero era inevitable de ver cuando mi vista estaba puesta en ellos.

Sentí rabia, molestia, enojo y muchos otros sentimientos que pensé no sentir. Debería estar feliz porque lo dicho por Kuroo era verdad pero esa verdad podría llegar a ser la peor realidad para Tsukishima.

—Tú no has visto nada.. —Dijo ella poniéndose de pie.

—¿No? Claro, tienes razón. Yo no vi a la prometida de Tsukishima serle infiel con un chico, detrás del gran árbol, en la casa de los padres de Daichi y en la fiesta que se supone que es para celebrar su matrimonio. —El sarcasmo de Tsukishima se me había pegado.

—Si dices algo arruinaras la vida de Tsukishima. No se si comprendes eso.

—No, no comprendo como pudiste hacerle esto.

—Mis padres están dispuestos a pagarle su carrera como jugador de Voleibol y además, pagan la mayor parte que apoya su empresa. —Me sonrió de manera cínica. —Estarías arruinando su vida ya planeada.

Tragué saliva. Me estaba amenazando.

—¿Tiene una empresa..?

Fue lo único que pude preguntar.

—Está por tenerla y créeme, eso es lo más importante para él.

—¿Por que le haces esto?

—Él apenas me toca, ni siquiera me satisface. Los besos que me dan son sobrios, sin cariño. Apenas me mira y con suerte me dice amor. —Dijo sin que yo lo pudiera creer. —Solo estoy con él porque al igual que mis padres, los suyos me ayudan.

El orgullo y el miedo hundieron mis agallas. Podía ir a decirle pero ahora sabía perfectamente las consecuencias. Limitada por el miedo me dispuse a callarme y a sentarme con la espalda apoyada en el árbol luego de que ambos se fueran. El cigarro no ayudó a calmarme, al contrario, me estaba volviendo loca que acabara tan pronto.

Había pasado tiempo desde esa atrocidad pero aún así seguía pensando en eso.

—_____, por fin te encuentro. —Tsukishima me sorprendió, haciendo saltar mi corazón. —¿Estás bien?