╰┈➤ 𝐘𝐄𝐒 𝐈 𝐀𝐂𝐂𝐄𝐏𝐓๋࣭ ⭑⚝ 𝓣𝓼𝓾𝓴𝓲𝓼𝓱𝓲𝓶𝓪 𝓴𝓮𝓲 𝔂 𝓽𝓾 🎧ྀི

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—¿Juegas Voleibol? —Pregunté sentada en las escaleras de la entrada de mi casa.

—Si ¿Tú no?

Negué con la cabeza.

—Apenas se bailar. Y si es que jugara Voleibol no podria coordinarme. —Acaricie mis rodillas.

Últimamente hemos estado más unidos de lo normal. Hemos pasado mucho más tiempo juntos que antes y usualmente viene a casa a pasar el rato, al igual que va a mi trabajo con otra excusa de que busca un CD, aunque la última vez lo fue con un Vinilo, en fin. No he tenido el coraje de preguntarle que pasará con Hana o con la boda pero desde la fiesta que no veo el anillo en su dedo.

No pude evitar soltar una pequeña risa que libero la tensión en mi cuerpo, el hizo lo mismo y ambos evitamos mirarnos. Creo que aún existía la vergüenza entre nosotros, pero la confianza a diferencia de ello, era lo que más nos sobraba.

—Ya es tarde. —Comenté al mirar como las estrellas iban apareciendo en el oscuro cielo.

—¿Puedo quedarme más tiempo?

Esa pregunta me hizo sonreír.

—Sabes que mi respuesta será un si. —Respondí al ponerme de pie. —Ven, quiero enseñarte algo.

—¿No es otro secuestro?

—No te imaginas cuanto dinero podría recibir por tu secuestro pero.. dejemos eso para más adelante. —Sonreí tras bromear.

Hice que se levantara con ayuda de mi mano. Luego de eso entramos a casa en silencio, caminando en puntillas para no emitir ningún ruido ya que las escaleras al ser viejas solían transmitir un ruido de crujido. Ya en mi habitación procure tomar una manta junto a dos cojines que lance por la ventana para que cayeran al techo.

—¿Qué haces?

—Te dije que quería mostrarte algo pero no quiero que se te congele el trasero estando afuera.

—Espera. ¿Estaremos en el techo? —Preguntó extrañado.

—Si.

Dicho eso me pase por la ventana, teniendo cuidado al pisar, primero pase una pierna y luego la otra, dificultando un poco mi acción. Después cuando le toco a Tsukishima este se negó pero tras varios intentos de que aceptara salio por la ventana.

—Cada vez que estoy contigo implica morirme de frío. 

—¿Por que crees que traje una manta esta vez? —Sonreí, acomodando los cojines, uno junto a otro. —Puedes sentarte.

—Definitivamente pienso que eres única _____ Hayashi.

—Yo pienso que solo soy un granito más de arena en una enorme playa pero gracias por el cumplido, aunque creo que seria mejor no exagerar.

—No exagero. —Sé sentó y casi se tropezó, lo que me causó gracia. —No hay nadie igual a ti en este mundo y entre un cielo lleno de estrellas, seguramente serías la estrella más brillante.

Me senté a su lado pero antes de hacerlo cubrí su espalda con una manta al notar como su nariz y sus orejas se encontraban enrojecidas por el frío.

—No me compares con algo tan hermoso por favor. Les estas faltando el respeto a las estrellas. —Dije mirando estas y sonreí un poco.

—¿Qué tal suena esto? Escúchame con atención. —Su mano se posó sobre la mía. —Eres hermosa, y no hay motivo para creer que no puedas ser igual de bella que las estrellas y me gusta como eres, incluso con tus manías y todo lo demás. Nunca he pensado en que eres fea o.. en si tiendes algún defecto porque no me he fijado en eso, solo te he mirado a ti, tal cual eres. Y comparto de nuevo mi pensamiento contigo _____. En el cielo serias la estrella más brillante y bueno, incluso aquí en la tierra lo eres.