Capítulo 8

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"Pensamientos... y más pensamientos."

Me encontraba en la habitación de Angel Dust, luego de aquella extraña noche, tuve la necesidad de contarle el sueño que había tenido. Tal vez podría darme su punto de vista y tranquilizarme un poco.

Ambos estábamos sentados sobre la cama, Angel Dust con las piernas cruzadas y yo de espaldas a él mientras que me peinaba el cabello. Su mascota, Fat Nuggets se encontraba durmiendo tranquilamente en una esquina de la cama.

—¡¿Te pone el señor sonrisas?!— Exclamó él luego de que yo le contara sobre mi sueño, con las cejas alzadas en total asombro.

—¡No!... solo fue un... sueño raro, ya te dije. — Respondí nerviosa.

—Tuviste un sueño húmedo con el chulo buena onda.— Dijo acompañado de una pequeña risita.— Tienes unos gustos bien raros, aunque tengo que admitir que Alastor tiene lo suyo también. Yo me lo hubiera cogido, pero él no parece tener interés en ese tipo de cosas.

Comentó casualmente mientras volvía a cepillar mi cabello. Yo estaba algo avergonzada y sonrojada, por suerte estaba de espaldas a Angel Dust y no podía ver mi expresión.

—No es como piensas, no saques ninguna conclusión... es decir, sí me agrada pasar tiempo con él y...

Angel Dust me interrumpió.

—Lo que dije, te gusta... o te atrae de alguna forma, solo que no lo quieres reconocer.— Aseguró, dejó el cepillo a un lado y comenzó a trenzar mi cabello.— Pero que te guste alguien es normal, así que no te preocupes, cariño. Y probablemente también le interesas de alguna manera, literalmente no deja de observarte, aunque parezca un jodido acosador.— Soltó una carcajada.

Yo me reí bajo y luego negué con la cabeza.

—Quieta, estoy intentando peinarte.

Se quejó él en un tono divertido, mientras continuaba su labor de estilista conmigo. Yo solté una pequeña risilla y me quedé tranquila.

—No creo que me vea de una forma romántica o algo por el estilo, a lo mejor solo le causo intriga... y bueno, me trata bien porque soy una huésped de este hotel y él es un buen anfitrión.— Comenté, intentando no moverme de lugar.

—Pff, que basura, yo también soy un huésped y no me prepara la cena todos los días, ni se interesa por mí o se pasa horas contándome historias.— Cuestionó esta vez, terminando de trenzar mi cabello.

—Igual no tengo manera de saberlo... y no sé si quiera tampoco.— Murmuré.

Angel Dust terminó con la trenza, yo me di la vuelta quedando frente a él, con mis piernas igual cruzadas. Él tenía una de sus sonrisas llenas de picardía dibujada en su rostro.

—Podrías comprobarlo, muéstrale una teta y mira su reacción....— Pensó por un momento y volvió a hablar.— Aunque probablemente le excite más escucharte por la radio o verte cocinando Jambalaya que verte desnuda.— Dijo en un tono sarcástico y divertido.

Yo solté una carcajada mientras que mis mejillas estaban totalmente ruborizadas.

—No digas tonterías.

Angel Dust rió y luego tomó un espejo de mano que estaba al lado suyo.

—Mira que guapa te ves.

Colocó el espejo frente a mí y observé el lindo peinado que me había hecho. Sonreí encantada con el resultado.

—Que buena mano tienes, gracias.— Dije.

—¿Cuál gracias? Son diez mil souls, bebé.— Su tono era juguetón, y luego sonrió ladino.— O un beso, lo que prefieras.

"BIENVENIDA AL INFIERNO" _ (Hazbin Hotel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora