Capítulo 1

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Capítulo 1 : El bosque desconocido.

Al levantarme no me encontraba en mi casa, mis paredes pintadas de color crema desgastado ya no me rodeaban, fueron remplazadas por naturaleza, en ese momento no me asusté, supongo que ya todo me daba igual, me levanté y limpié la tierra que se encontraba sobre mi ropa, ahí fue cuando me dí cuenta que hasta mi vestimenta había cambiado, mi chandál cambió por un vestido negro y mis zapatillas de deporte por unas botas del mismo color, mis dudas aumentaron al caminar en el gran bosque y notar que cada paso pesaba más que el anterior, a los pocos metros ya no me pude mover, era como si me hubiera quedado atrapada por arenas movedizas, pero no fue así, delante de mi se encontraba un chico atado a un tronco de árbol, no entendí que fue lo que me impulsó a hablarle, supongo que no era tan cruel como para salir corriendo teniendo en cuenta que no sabía ni donde me encontraba.

-¡Oye!, ¿te encuentras bien?

-¿Qué?

Eso fue lo único que escuché antes de notar que el chico se estremecía para salir de aquel agarre, eso me hizo despegar los pies del suelo para ayudarlo.

-Quedate quieto-le ordené al llegar por su lado y examinarlo.

Me encontraba delante de un joven muchacho, con el cabello blanco como la nieve, piel pálida y ojos rosados, ese chico no era normal, me puse a pensar un poco, ¿estaba delirando?, ¿o acaso estoy muerta?, dejé de cuestionarme para volver a observarlo, llevaba ropa oscura y tenía el ceño fruncido presenciando la escena.

-¿Quién me dice que no me harás nada?

-Ya estás atado, si quisiera hacer algo ya lo habría hecho-dije guiñandole un ojo, lo que no le agradó nada

-No te acerques a mi hermano.

Noté una presencia en mi espalda, esas pocas palabras me hicieron tembar ligeramente, en ese momento noté su respiración rozar mi pelo, me quedé paralizada por la orden del desconocido, no pude girarme, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo con la velocidad de un rayo, no era tipíco en mi asustarme de esa manera pero todo se me mezcló de una manera muy insólita, lo que me pareció extraño fue que conocía esa voz de alguna parte...

Por fin pude girarme...

No puede ser.

El juego del villanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora