Capitulo 17 Final

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Aun con la puerta cerrada, Alastor podía escuchar el bullicio de la gente afuera del baño. Aunque había aceptado de buena manera ir a ese lugar con Charlie, se arrepintió al minuto después de haber dicho que si, de verdad que le desagrada ese tipo de lugares, aunque le pida dar puntos por la excelente combinación de géneros musicales que ponían de todas las décadas, hasta el momento, de la vida terrenal.

Pero el olor a feromonas inundaba todo el lugar que le asqueaba de cierta manera, si no fuera por tener a la dulce Charlie junto a él, ya se había largado desde cuando. Por otro lado, el demonio de la radio estaba en un gran predicamento, ¿como decirle a Charlie que también corresponde a sus sentimientos? Él no era especialmente fan del romance, de entregar flores o aquellas demostraciones de sentimentalismos que tantas veces vio, pero no podía negar el hecho de que amaba a Charlie, era a la única con la que él se podía permitir sentir un amor.

Se sentía un grandísimo tonto por llevar mucho tiempo encerrado en el baño y echándose agua en el rostro en busca de querer aclarar sus pensamientos. Pero algo en sus instintos lo hizo salir rápidamente del baño, algo le decía que tenía que llegar con Charlie a toda prisa y su instinto no estaba equivocado al ver como un asqueroso pecador era lo suficientemente estúpido como para atreverse a tomar la mano de su Charlie. Lo peor de todo fue escuchar como insistía en un baile y soltaba sus repugnantes feromonas de alfa para quererla convencer.

Sintió que la furia lo invadió al verlo tan sonriente por mirar a Charlie, sabía que sus acciones no eran las más sanas, oh no, señor, podía oler un sutil aroma de exitacion emanando de ese pecador. ¡Por Lucifer!, esa noche correría sangre en aquel lugar.

- ¡¿Estás tratando de llevarte a mi mujer?! - Grito Alastor sin importar el tumulto de pecadores que comenzaban a formarse a su alrededor

- Oh demonio de la radio, no te sentí llegar - Respondió de manera altiva aquel pecador mientras miraba a Alastor de manera desafiante - Vi a esta bellísima dama sola y no pude evitar hacerle compañía

Alastor no pudo evitar arquear una ceja, ¿de verdad era lo suficientemente estúpido como para desafiarlo de esa manera? Alastor no estaba de humor para andar con rodeos, pero la gota que derramó el vaso fue sentir que aquel pecador había tratado de marcar con su aroma a Charlie. Sin que nadie de los presentes lo viera, Alastor atravesó el pecho del pecador con uno de sus tentáculos negros.

- Esto te enseñará a no querer desear la mujer de otro - amenazó con su voz demoníaca mientras sus astas poco a poco comenzaban a crecer.

Estaba furioso y sumamente celoso por ver el intento de aquel pecador por acostarse con Charlie. Sin decir una palabra más, tomó a una Charlie aún sorprendida que aún no asimilaba que Alastor acababa de matar a alguien tan rápidamente, y juntos desaparecieron en un portal que Alastor había invocado.

Prontamente, Charlie se dio cuenta de que no estaban en el palacio, aquella habitación tan parecida a la que Alastor había tenido en el palacio le dio a entender que ahora se encontraba en los dominios del demonio de la radio.

Rápidamente, Alastor se quitó su frac de color negro y abrazo a Charlie fuertemente, tratando de borrar toda la esencia de aquel pecador y que nuevamente oliera a él. Por más que trato de mantenerse callada, la dulce princesa no pudo evitar soltar un débil gemido por sentir las manos de Alastor recorrer de manera suave por su cuerpo, aquel acto logró encender al demonio de la radio y ni corto ni perezoso comenzó a desvestirse

- Es...espera Alastor ¿Qué estás haciendo? – La voz de Charlie hizo detener a Alastor quien ya había comenzado a desabotonarse la camisa

- ma chère - Comenzó susurrando Alastor en el oído de Charlie, a lo cual, la dulce princesa no pudo evitar que todo su cuerpo se estremeciera - tengo que quitarte el aroma de ese asqueroso alfa

El herederoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora