Café negro, sin azúcar//Wolfstar

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Como ya era costumbre Sirius entró en la cafetería a la mañana siguiente, otra vez su morocho no estaba trabajando, al parecer de nuevo le había tocado el turno de la tarde o peor, tal vez tenía el de la noche. No importaba qué turno tuviese Remus, Sirius siempre o visitaría aunque sea un ratito para poder charlar con él en su, ahora, lugar favorito.

Pidió su café y volvió a su casa, donde le esperaba una gran sorpresa...

[...]

La infancia de Regulus y Sirius fue un martirio , tal vez no tanto su infancia, pero su adolescencia... 

La familia de los hermanos Black siempre fue muy clasista, racista, homofóbica, etc, que ninguno de los dos haya salido así era un milagro o bueno, tal vez no tanto un milagro, si no una pesadilla. 

Generaciones y generaciones de Black habían asistido al colegio Hogwarts, era como un internado y no cualquier persona ingresaba, así que los hermanos no iban a ser las excepción. Al principio todo fue genial, Sirius, el mayor, había ingresado a primer año en ese colegio tan prestigioso, pero la felicidad no duró ni un día, cuando se enteraron que no había sido seleccionado para la torre de Slytherin y que, por el contrario, lo habían puesto en Gryffindor, la torre enemiga, los Black pegaron el grito en el cielo, no podían permitir que alguien de su familia estuviera allí, porque esto podría significar una catástrofe, según ellos, para la fortuna Black, pues la torre a la que pertenecían los estudiantes de Hogwarts era definida mediante una serie de preguntas y observaciones de la personalidad de cada uno y que Sirius pertenezca a Gryffindor significaba que no era igual a ellos y podría llegar a "revelarse" en algún momento.

A Sirius esto mucho no le importó, él siempre supo que no iba a pertenecer a Slytherin como su familia, toda su vida había tenido conflictos con sus padres debido a los prejuicios que tenían y Regulus, su hermano, estaba yendo por el mismo camino, así que la selección en Gryffindor fue la excusa perfecta para tratar mal a Sirius en masa. 

Para cuando Regulus ingresó a primer años, en el segundo de Sirius, toda la familia estaba contenta, pues este había ingresado a Slytherin y era el orgullo de sus padres, aunque eso no duró mucho. A los catorce años Regulus había comenzado a cuestionarse a sí mismo, a su género y tal vez un poco su sexualidad, pero lo más importante era que no se sentía él mismo en ese cuerpo. No sabía qué hacer, sus padres nunca lo aceptarían y ya era demasiado tarde para pedirle ayuda a Sirius después de todos sus malos tratos, así que le tocó apañárselas solo, bueno, tal vez no del todo solo, en Slytherin había conseguido hacer los amigos que tanto le costó en la primaria, Sirius siempre había sido más extrovertido y popular que él, así que el simple hecho de tener amigos que no solo lo utilicen por sus buenas notas fue algo increíble. Pandora fue quien más los apoyó en su transición, comenzando con su ropa, siguiendo con su pecho y terminando con su cabello, esto fue un gran impacto para la familia Black, primero un hijo traidor y ahora su preciada niñita mimada resulta que quiere ser hombre, no sabían qué hacer, así que lo ocultaron, no podían permitirse otra humillación. 

Por otro lado, Sirius solo observaba desde su habitación, bueno, "observaba", en sentido figurativo, pues siempre estaba con la puerta de su habitación cerrada, pero podía escuchar los gritos y golpes en su casa. Durante el verano de 1976, en el medio de una cena con su familia, Sirius desafió a sus padres, discutió con ellos y luego escapó de su casa hacia la de su mejor amigo, James Potter, a quien había conocido en el primer día de colegio a los once años y con quien había congeniado inmediatamente, convirtiéndose en mejores amigos durante toda la secundaria y más. 

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Se merecían un capítulo más largo, ¿no? (si más de 670 palabras no les parece largo están en un grave problema)