Dungeons & Dinos

¿quien secará mis lágrimas cuando pierda en Guilty Gear?

Anon se había ido ya hace un rato, me moría de la vergüenza y se notaba: mis mejillas estaban rojas y mis piernas me llevan directo a mi cuarto, un intento desesperado por evitar la situación. Mis pies suben las escaleras y abro mi decorada puerta para entrar y cerrar de un portazo. Dejo todo lo que tenía conmigo en mi cama y me siento en mi mesa, sin saber qué hacer para tranquilizarme. Fue ahí que recordé que, en todo el día, no revise mi teléfono. Pensando ya en algo más que no sea mi madre, prendo mi teléfono y abro mi aplicación de mensajes: 30 mensajes de Frost, uno de James, ninguno de Minato y 3 de Stegostar321.  Obviamente no tengo ganas de leer 30 mensajes, así que me voy a leer los mensajes de mi carnotauro favorito.

El mensaje era algo simple y sin importancia, una foto de él y Minato en un parque de diversiones, ambos comen algodón de azúcar mientras llevan una “Thagomanoplas” en sus cabezas y colas. James lleva dos pequeños gatitos siameses en sus cuernos, mientras que en su cola lleva una especie de mago de ropas azules, rostro oscuro de ojos amarillos y sombrero de copa… ¿ese no es el mago oscuro de Final Rock? Por otro lado, Minato lleva una Thago en la cabeza, un perrito negro con la lengua de fuera, y uno en la cola, otro perro, pero esta vez tenia forma de husky… se ven tan felices compartiendo el algodón… que envidia.

Rápidamente empiezo a buscar en un cajón de mi escritorio, el desorden de allí pasa volando a mi cama en lo que busco: hace dos años también compré mi thagomanopla, debe estar por algún lado. Eventualmente lo encontré aplastado por debajo de una pila de útiles escolares que ya no uso, aún estaba bonito. Dicho objeto tiene forma de un cantante de música disco sin cabello, la idea del diseño es muy creativa, usar las plumas de mi cola como un hermoso cabello estilo afro…me encanta.

Rápidamente me tumbo en mi cama, alzo la cola para que la Thagomanopla se vea y preparo la cámara de mi teléfono. Posteriormente saco una foto con mi mejor cara de tristeza fingida, mandándola directamente a James con un pequeño texto adjunto, el cual dice “¿Cómo es eso de no invitar?” … me hubiera gustado que ni hubiera respondido el mensaje, pero el sonido de la notificación rompe mis sueños como el ladrillo que usé para romper la ventana del vecino. James, a pesar de ser bastante tarde, respondió a mi mensaje muy rápido.

[Perdón, no tenía idea que querías ir, pensé que estabas con Anon de compras]

El hecho que se esté disculpando por una foto que, obviamente, era una broma, me hacía sonreír. James siempre fue un buen dino, alguien amable y a veces muy ingenuo… muy tierno, no me extraña que mi madre insista que lo traiga más seguido a casa. Me apresuro a contestar su mensaje, tratando de evitar un posible malentendido.

[Nononononono, no es eso, era una broma James ¿la pasaste bien con Minato?]

Mi mensaje no tarda en ser leído, los burbujas que indican que está escribiendo aparecen varias veces, pero son interrumpidas… me pone nerviosa lo que sea que retiene al Carnotauro de escribir el mensaje.

[Muy bien, Minato se la pasó increíble y todo, ¿Cómo te fue a ti en tu día de compras con el nuevo?]

La pregunta es tan simple, pero, por alguna razón, soy incapaz de aclararme a mí misma una respuesta coherente. Me fue bien, pero la respuesta es muy corta, ¿qué más tengo que agregar? No quiero decir nada respecto ese momento en el que habló de sus gustos, menos de cuando se interesó en mis marcas de las piernas, después de todo, fue un momento muy personal, sería una falta de respeto comentarlo a otras personas sin que el lo sepa. Lo mejor que podía hacer ahora era decir que la salidas fue un éxito… ¡CORAZON DEJA DE LATIR! ¿me enamoré tan rápido de Anon?... carajo.

[De hecho, quería hablar de eso contigo James. Tengo una duda que me está haciendo mierda hace unas horas…]

No termino el mensaje, titubeo en escribir lo que resta del mensaje, ¿exteriorizar mis sentimientos en línea es así de difícil? Mis dedos tocan palabra por palabra en una danza lenta con el único objetivo de escribir el mensaje, con cada “tap” mi corazón late más y más… ya reconocí mis sentimientos, o al menos eso creo.