— Sonia ¿estás bien? ¿Que te paso? —Minato me pregunta mientras yacía sentada en una silla, no es difícil ver que no la estaba pasando especialmente bonito.
Mi cara ya no tiene esa luz que todos me decían que tenía, ahora apenas puedo alzar la mirada para mirar al raptor y a James. Mi cola se aferra a mis piernas, usando las plumas para taparlas, las lágrimas caen de mis ojos directamente a los pantalones negros que tengo puestos, obligandome a restregar mi mano contra mis párpados. De alguna forma siento que esto es lo que me merezco, después de como hice sentir a mi madre ayer…
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..
…
Me había despertado en la sala de detención vestida de A.B.A, no entendí que pasaba y tampoco recordaba que había sucedido. Pero cuando los recuerdos empiezan a caer, me empezaba a sentir super mal por lo que hice: Minato bromeaba de que se comería el brownie de la calle, con miedo decidí comérmelo yo y…
— era uno con carfe… ¡JODER! —grito para mi misma, pues no había nadie en el salón.
Ya sabía que se me venía encima, no recordaba que hice durante mi “tiempo fuera de la realidad”, pero era obvio que no fué nada de lo que debería estar orgullosa. Los efectos del carfe ya pasaron por suerte, así que no había nada de lo que debería temer por ahora.
Al menos eso pensé, pues Spears llegó y me hizo un recuento de todo lo que hice: le puse una correa a un alumno, también había golpeado a una compañera y por último, ataqué a Spears, recibiendo un suplex y un viaje directamente a detención… al menos ya sé porque me duele la espalda. El director me terminó por contar que mi madre venía en camino a recogerme, algo que me cayó como patada al hígado, las inevitables consecuencias de mis acciones se acercaban y no podía hacer nada pora evitarlo.
— Todo esto es mi culpa… —solté en voz baja, dando golpecitos al suelo con el talón de mi pie derecho varias veces.
Cuando mi madre llegó, su expresión era lo que esperaba. No había enojo en sus ojos, ni tristeza en sus párpados, lo mejor que puedo describir su expresión es…
— Decepcionada, Sonia, estoy decepcionada —mi madre decía mientras se sentaba en el sofá de mi casa.
Los recuerdos son borrosos, no podía recordar que hayamos vuelto o si pasó algo durante el trayecto. De seguro mis nervios y pánico hacia los vehículos no fue tan importante como para recordar esa “tortura diaria”, Pero de cualquier modo, la charla de mi madre es lo único que recuerdo a la perfección.
La abogada de mayor renombre en Volcadera tiene las metas claras, decidida en su mirada y determinación en su voz. Pero en ese entonces sólo veía angustia en sus ojos y decepción en su voz, se notaba incluso en su forma de sostener una copa de vino, la cual se sirvió apenas llegó a casa. No le había dado tiempo ni a cambiarse, aún tenía puesto su traje ajustado formal, pero sólo desajustó su corbata, supongo que le sofocaba… que la situación que YO causé le estaba sofocando.
— ¿Sabes que es lo peor? —mi mamá volvió a hablar luego de un gran sorbo a su copa de vino— que a pesar de que te digo que pienses a futuro, que a pesar de que invertí los ahorros de mi vida en ti y en tus estudios, vienes y me clavas el puñal más grande de la historia en la espalda. Esperaba mucho más de ti, Sonia —las lágrimas empezaron a aparecer en su rostro, dándole sorbos más largos a su bebida alcohólica. Eventualmente tuvo que pararse para tomar la botella entera y servirse más y más. Ella no es una persona alcohólica, nunca toma, pero solo en casos como estos lo hace…
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Dungeons & Dinos
Hayran KurguAnon termina conociendo a una chica nueva, una Fan de Dungeons And Dragons que le mostrara un mundo lleno de posibilidades, mientras que Anon hace lo mismo con ella