Dungeons & Dinos

What do you fight for

Pasaron unos cuantos días desde mi partida de rol, y las cosas se pusieron bastante interesantes. Sonia me ha abierto las puertas al mundo de cyberpunk con su anime, el cual no quise ver porque recordaba el pésimo lanzamiento que tuvo de inicio... solo diré que me hizo cyberllorar. Por otro lado, también seguimos la partida de rol un poco más, Frost se unió a mitad una de las sesiones de juego y tuvo que hacer de un paladín, ya que yo ya tomé el pícaro. Otra cosa que también pasó, la microraptor me regaló un teléfono de gama alta en la azotea, me dijo que se enteró lo que había pasado con el anterior y que decidió comprarme un mejor teléfono que si resista mi peso... Auch, mi orgullo. Pero, si bien casi todo es color de rosa con este grupo, noté a Sonia un poco cerrada, no quería bajo NINGUN concepto que me acerque a su casa... digo, no planeaba ir, pero el que me cierren una posibilidad que ni yo sabía que estaba ahí se siente raro.

También pasé tiempo con Fang, la dino monocromática sigue con la banda, incluso me presentó a una chica... ¿o chico? Sinceramente no sé, su aspecto y nombre son andróginos. Aunque debo admitir que su nombre me causó gracia en su momento

─ Hey, soy Nick ─eso me había dicho apenas nos conocimos en el auditorio, ellas tocaban una parte de alguna canción que no reconocí del todo... pero toda mi atención se centró en su nombre

─ Ostia puta, son zombis ─sonó en mi cabeza, aunque rápidamente otra voz interna salió a responderle─ No, idiota, es el ejercito de Bolivia.

ah, comedia.

Nevermind, Nick resultó ser una chica agradable... más allá de que su entendimiento por "saludo" es lamerme todo el brazo con su húmeda lengua, fue amigable y todo. Me habló también de su banda: Los Svvamp Babyes, me mostró algunos videos y JODER que son buenos. Digo, no soy su publico, no es la música que me gusta... pero hasta yo se distinguir una buena voz cuando la oigo. Pero no pude apreciar más, pues Fang toco unas notas en su guitarra para evitar que siga escuchando.

Pero, pasado es pasado. Ahora mismo estoy en mi cuarto, poniéndome el traje que Sonia me dio para este gran día: Una camisa sin mangas de látex brilloso de color negro, sin nada más que una cruz anaranjada en mi pecho, se adhería a mi cuerpo sin poder hacer nada por ello. Un jogging beige cosidos de los costados era lo siguiente en la vestimenta, seguido de unas botas de vaquero negras con decoraciones naranjas... lo más raro de todo, al fondo del bolso solo quedaba una peluca amarilla junto a unas vendas blancas. La peluca se dónde va, es obvio, pero las vendas...

─ Al carajo, le preguntare a ella directamente —empece a sacar mi teléfono y dirigirme a mis contactos, pero me detuve al ver los números de Fang y Sonia.

Ahí es cuando recordé que hoy hay dos eventos importantes: el concierto y la convención. No estaba seguro que hacer ahora, a cuál de las dos era más importante.

Aún así, mi dedo tocó el contacto de Sonia en busca de oír su voz de nuevo. Me acomodo en mi cama mirando a las vendas en mi mano, el tono de llamada suena como siempre lo hizo, solo que mi pie se empieza a mover más rápido en señal de impaciencia. No sé desde cuándo, pero no puedo aguantar las ganas de oír su voz de nuevo... me muero de ganas de...

— ¡Anon! —Sonia contestó la llamada con un grito de alegría, algo que generó una sonrisa en mi rostro de manera casi automática.

— Sonia, buenos días... estaba poniéndome el cosplay... —pude distinguir un grito de emoción del otro lado, el cual fue silenciado por otra voz... creo que es la de James— ...y no sabía para qué son las vendas.

— No te preocupes por eso, antes de las diez vienes a casa de James así una amiga te da los toques finales —puedo oír algunas palabras de quién creo que es el carnotauro, respondiendo por risas de la microraptor.