12 | No me quites la inocencia.

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12 | No me quites la inocencia.

Juro que podría matarme, pero al menos moriré con una sonrisa. La llamo problema, ella sabe exactamente lo que me esta haciendo.

No lo puedo creer

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No lo puedo creer. De seguro alguien murió porque según mis estadísticas la posibilidad de que esto sucediera es de de cero.

Frente al espejo verifico que el maquillaje sea lo más natural posible pero que le quite la palidez característica a mi rostro. Elegí un vestido sencillo pero con un escote llamativo, tal como le gusta.

Escucho la bocina de su auto y me preparo mentalmente para lo que podría suceder a continuación.

Al bajar las escaleras puedo ver a mi padre estrechar su mano con recelo y escudriñarlo con la mirada.

—Pá, no volveré muy tarde.

Le informo agarrando mi bolso del sofá y él, a pesar de nuestras últimas disputas, me agarra por los costados de la cabeza y me besa la frente.

—Si sucede algo llámame e iré por tí —susurra solo para que yo lo escuche y le muestro una sonrisa sincera.

Noham me regala una de sus sonrisas seductoras y tras despedirnos de mi padre y él prometerle que no me pasará nada, nos subimos a su coche. Realmente estoy sorprendida por todo esto, Noham nunca ha sido de los que muestran sus sentimientos o mejor dicho emociones, siempre las oculta.

—¿En qué piensas? —pregunta rompiendo el silencio que nos rodea.

—En esto, ¿por qué me invitaste al cine a última hora?

—No te ví en todo el fin de semana, quiero tenerte para mí por lo menos por hoy —responde sonriendo de lado y agradezco internamente que la tela del vestido sea tan incómoda en este momento como para pensar en algo que no debo, como el doble sentido de sus palabras.

—Me tendrás para tí siempre que quieras —confieso con algo de sarcasmo y nos quedamos en silencio de nuevo.

Cuando volví a casa después del retiro religioso —al que nunca volveré a ir— recibí una llamada suya preguntándome qué haría hoy, y después de eso me invitó al cine. Quedé en shock y pensé que estaba soñando pero cuando me dí cuenta que no era un sueño casi me puse a chillar de la emoción.

Aunque después vino la incertidumbre sobre si era una broma o algo así, conociéndolo era bastante capaz. Pero aquí estamos, aparcados frente al cine, ese lugar enorme donde vas con tus seres queridos a ver una peli y disfrutar.

Besos húmedos con sabor a pecado [+18] [PGP2024]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora