17 | Perdiendo el control.
“Sé que vas a predicar esta noche, pero nadie escucha esas palabras. Perdóname padre, porque sigo pecando”
Me dejó en visto.
Genial.
De seguro le cabreó, bien, es lo que quería. El imbécil esta muy equivocado si cree que siempre responderé a él, me cansé de estar siempre a sus pies, si realmente siente algo por mí que venga y lo demuestre, pero que no me este enviando consoladores.
Pasé toda la noche frustrada, en parte por lo que sea que esta despertando Moisés en mí, y después porque a pesar de todo Noham aún tiene una parte de mí solo suya. Y quiera o no así lo deseo.
¡Y ni siquiera disfruté el maldito consolador!
¡Joder! Estoy tan... frustrada, enojada y necesito una buena dosis de sexo, pero siempre era Noham el que sabía como complacerme.
No siquiera se ha aclarado el por qué estaba con Mika, y tampoco es que me deba alguna explicación solo que me causó muchísima, demasiada, curiosidad.
También esta el hecho de que papá salió temprano a no sé donde y tuve que desayunar yo sola, cosa que detesto. Mi celular vibra e involuntariamente lo agarro rápido esperando que sea un mensaje suyo, pero no, solo era una notificación del maldito Instagram. Ni sé para qué lo tenga si caso nunca lo uso, pero algo llama mi atención. El nombre de usuario de James y una publicación suya, abro la aplicación y me aparece una fotografía reciente de él en la Máxim sonriendo a la cámara solo como él sabe hacerlo, y abajo dice «¿No vendrás, preciosa?».
Sí, ya entendí, ¿tan temprano? No, gracias.
Pero entiendo que él este allá a esta hora, es decir, tiene que cuidar su negocio.
A sus diecinueve años Noham creó desde cero la Máxim y la convirtió en lo que hoy en día es. Justo ahí lo conocí cuando Molly me llevó por primera vez, no sabía que era el dueño y tuvimos una noche bastante salvaje, a partir de ese momento he estado ligada a él. Sus padres al ser directores de conocidas y respetadas escuelas le dieron todo lo que él siempre quiso, incluído un viejo almacén donde se podría reunir con sus amigos, pero definitivamente no saben en lo que convirtió ese viejo almacén.
Ellos creen que yo soy la mala influencia para su hijo, pero ni siquiera lo conocen de verdad, eso me divierte bastante.
Aprovecho el día para ordenar mis pensamientos y poner las cartas sobre la mesa.
Moisés, la primera persona que no me deja dormir. Cuando lo veo quiero comérmelo a besos, tal vez solo sea atracción, pero lo dudo, porque también quiero decirle algo bonito para ver su rostro rojo de vergüenza y pensar para mis adentros lo guapo que se vé. Que tonta soy.
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Besos húmedos con sabor a pecado [+18] [PGP2024]
RomanceDos más uno suman tres. Moisés Cohen, el chico bueno que quiere experimentar, Jojo Moore, la sumisa con daddy issues y Noham James, el crush sexi con complejo de bad boy. La ecuación perfecta, pero a uno de ellos no le gusta los números impares, y d...