-Cap 18-

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Emma se quedó estática en el mismo lugar, procesando sus propias palabras:

"Me gusta Hermione Jean Granger."

Harry no sabía el porque, pero, se sentía feliz de que Emma haya aceptado lo que el sospechaba.
—¿Lo ves? Hasta sabes su nombre completo.— dijo Harry como si fuera lo más romántico del mundo.
En el rostro de Harry había una enorme sonrisa, que se borró inmediatamente cuando vio que Emma comenzó a vomitar.

—Buaj...— dijo Harry con una mueca de asco en su rostro, no tardó ni un segundo más en voltear hacia otro lado. Mientras que Emma acababa de vomitar.

—...¿Acabaste?— dijo Harry sin mirar a Emma.
—Si...— respondió Emma, Harry saco un pañuelo y se lo ofreció a Emma, aún sin mirar. Emma lo tomó y se limpió, por suerte no había manchado su uniforme.

—Gracias, supongo...— dijo Emma con mal sabor de boca. Harry asintió, sin saber que más decir.

—Creo que la noticia no te cayó muy bien...— dijo Harry dudoso.
—...¡No me digas!...— Emma dijo con sarcasmo, Harry se sonrojo levemente por la vergüenza.
—Me arruinaste el día, Potter.
Y dejame decirte, que iba muy bien, o sea... ¿Por qué tuviste que arruinarlo, Potter?— siseó Emma.
Harry tragó saliva.
—Lo siento pero no lo siento.— dijo Harry acomodando sus lentes. Emma lo miro con molestia, desconfianza y confusión.

—Era hora de que lo aceptaras... Comenzaste a hablar con ella desde septiembre, y ya es diciembre.
Y las veces en las que las he visto juntas, créeme, no la ves como solo una amiga, Emma.— explico Harry.
—¿Perdón?— dijo Emma mientras llevaba su mano al pecho, ofendida.
—Cállate y escúchame.— Harry intento ordenar, pero Emma soltó una risa burlona.

—¿Quién te crees para callarme? No eres nadie para mí, Potter.
No me importa que seas "el niño que vivió", eso no te da mérito conmigo.— dijo Emma, Harry suspiro.

—Lo siento, otra vez.— dijo Harry mientras pensaba:
«Hermione siempre la manda a callar y ella hace caso, ¿Por qué a mí no?»

—Bueno, ya no importa.
Ya me arruinaste el día de cualquier manera.— dijo Emma, cruzándose de brazos, mirando al piso. Las dudas comenzaron a volver a su cabeza, pero en ese momento solo quería dormir y dejar de pensar.
—Es mejor que te vayas de aquí.— dijo Emma. -Yo ya entraré a mi sala común, no quiero pensar en nada.
—¡Pero acabas de admitir algo importante!— dijo Harry.
—Si, pero no estaba preparada.— dijo Emma. —Ya vete, no quiero ver tu cara de naco.— Emma soltó con amargura mientras se negaba a mirar a Harry.

—Bien, me voy.— dijo Harry dándose la vuelta. —Pero también te diré algo...
Qué fresa eres.— dijo Harry con los ojos entrecerrados mientras negaba con la cabeza, en señal de desaprobación, aunque lo hacía con burla.

Emma rodó los ojos y cuando se aseguró de que Harry se había alejado lo suficiente, dijo la contraseña y entro a la sala común.
Entro y la miro con expresión neutral, estaba sola, hacia más frío de lo normal, y por las ventanas se podía ver el fondo del lago negro. Emma dio un gran suspiro y fue a su habitación.

En cuanto entró a la habitación, fue hacia su cama y se tiró en ella.
«Tal vez... Me confundí demasiado, y por la presión que Potter me provocó dije algo que no era verdad... Si, eso debe de ser.» pensó Emma, pero después de minutos sin pensar o hacer un mínimo ruido...

—¿A quien engaño? Es obvio que me gusta Granger.— dijo Emma con preocupación. —Si mis padres pudieran escuchar lo que dije, me matarían... Es probable que aparte de ellos, también otros familiares lo hicieran.— dijo Emma para si misma, con nervios.

Seven Thorny RosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora