-Cap 2-

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Los alumnos ya estaban en sus asientos. Los de primer año tardaron más de lo normal y no era de extrañarse por la lluvia.
Después de un rato entraron, aunque había un niño rubio que tenía encima el gran abrigo del guardabosques, Rubeus Hagrid.

Los primeros alumnos pasaron y fueron los gritos de emoción los que llenaron el comedor al ser un alumno seleccionado a su respectiva casa.
De los aproximadamente 35 alumnos de primer año, hubieron...
11 Gryffindor, 8 Ravenclaw,
9 Hufflepuff y 7 Slytherin.

El niño rubio de antes había quedado en Gryffindor, al escuchar que se llamaba Dennis Creevey. Emma se dio cuenta de que el apellido era igual al del chico que habían petrificado el año pasado, sin olvidar que no paraba de perseguir a Harry. Hablando de Harry, no estaba en el comedor, al igual que Hermione.
Eso llamo la atención de Emma pero lo ignoro. Hasta que acabando la selección la profesora McGonagall llegó junto aquellos dos.

Harry parecía cansado, o sea normal.
Y Hermione parecía muy feliz.
Emma tenía curiosidad, pero volvió a ignorarlo.
El director se puso de pie para hablar.
El profesor Dumbledore, aunque viejo, siempre daba la impresión de tener mucha energía. Su pelo plateado y su barba tenían más de medio metro de longitud; llevaba gafas de media luna, y tenía una nariz extremadamente curva. Solían referirse a el como al mayor mago de la época.
Sonrió con franqueza y comenzó su típico discurso.

—¡Bienvenidos!— dijo Dumbledore, con la luz de la vela reflejándose en su barba. —¡Bienvenidos a un nuevo curso de Hogwarts! Tengo algunas cosas que decir, una es muy seria, la explicaré antes de que nuestro excelente banquete los deje aturdidos.

Dumbledore se aclaró la garganta.
—Como todos saben después del registro que ha tenido lugar en el expreso de Hogwarts, tenemos actualmente en nuestro colegio algunos dementores de Azkaban...—
Dumbledore fue ignorado por Emma, Theodore, Astoria y Blaise.
Quienes se miraron.

—Así que fue por eso.— dijo Emma, Astoria arqueo una ceja.
—¿De que me perdí?— Emma y Theo rieron un poco, mientras que Blaise explico.
—Bueno, después de que te dormiste.
Poco después, el tren comenzó a congelarse del frío... y freno, pero no salimos así que no sabíamos que había pasado... hasta ahora.

Emma y Theodore le dieron la razón a Blaise y Astoria entendió.
Iban a seguir hablando hasta que fueron interrumpidos por varios aplausos. —¿Eh? ¿Qué pasó?—
pregunto Emma, su pregunta fue respondida por una de sus compañeras de habitación,
Pansy Parkinson.
Antes, Pansy era la mejor amiga de Emma, pero se distanciaron, pero aún son amigas.

—Dumbledore acaba de anunciar que habrá un nuevo profesor de duelo contra las artes oscuras, pero... Luce raro, desnutrido... descuidado.—
explico Pansy mirando a un señor de la mesa de profesores, era alto, su piel era pálida, su cabello estaba un poco descuidado y estaba muy delgado.

—Ugh... Espero que no sea como los anteriores dos. El doble cara y el loco maniático que le gustaba gustarle a las niñas menores.— hablo Theo con fastidio provocando risa a sus compañeros, pero fueron interrumpidas cuando Dumbledore volvió a hablar.

—Lamento decirles que el profesor Kettleburn, nuestro profesor de Cuidado de Criaturas Mágicas, se retiro al final del pasado año escolar para poder aprovechar en la intimidad de miembros que le quedan.
Sin embargo, estoy encantado de anunciar que en su lugar lo ocupará nada menos que Rubeus Hagrid, que ha accedido a compaginar estás clases con sus obligaciones de guardabosques.— Dumbledore aplaudió, siguiéndolo todos, bueno casi todos, menos los Slytherin.
Los Gryffindor fueron los que más aplaudieron, provocando que el gigante se pusiera rojo como un tomate mientras tenía una sonrisa oculta en su barba.

—¡Que comience el banquete!—
Las bandejas doradas y las copas que tenían delante se llenaron de pronto de comida y bebidas. El comedor se llenó de conversaciones, de risas y del tintineo de cuchillos y tenedores.

[ ... ]

Al día siguiente Emma y Astoria se habían levantado temprano para ir a desayunar, cuando llegaron al Gran Comedor Pansy y un grupo de Slytherin se reían. Emma con curiosidad se acercaba a ellos.
—¿Qué les da tanta risa?— pregunto con curiosidad Emma, sus compañeros la miraron rápidamente y le hicieron espacio a Astoria y a ella.

Emma era popular pero más que eso, respetada. Al igual que los demás sangre pura de familias reconocidas, los que más destacaban eran Draco, Theodore, Astoria, Dhapne, Pansy, Flint, Emma y algunos otros...
Todo, por estar en los sagrados 28 y seguir con su linaje de sangre.
Hasta ahora...

Cuando Emma y Astoria vieron que era lo que les causaba risa, miraron con aburrimiento.
Era Draco imitando el desmayo de Harry, quién los veía molesto.
Emma en vez de mirar a Harry, miro a la chica de la que habían estado hablando, Hermione.
Para su sorpresa o bueno, no tanta pues ya eran varias las ocasiones que la descubría, Hermione la estaba viendo desde antes.
Hicieron contacto visual por unos segundos hasta que todos siguieron con lo suyo y Emma rápidamente aparto la mirada, avergonzada y de suerte no se sonrojo.

Hermione en cambio, estaba sonrojada y nerviosa.
Pero fingió que no paso nada, para Hermione, Emma era alguien interesante pero era bastante cerrada y reservada, sobre todo burlona.
Así que nunca pudieron hablar bien. Además de que Emma molestaba a Hermione antes, pero lo dejo de hacer y Hermione lo agradecía mentalmente.

Despues del desayuno todos fueron a clases, Emma fue con sus amigos a la clase de pociones.
Estuvo aburrida, sinceramente.
Pero prestaban atención a las vagas palabras de Snape.
Y así fue todo el día, estuvieron hablando todas las clases pero en susurros.
Así hasta terminar las clases, pero en la clase de transformaciones si los descubrieron.

—¿Creés que ganemos la copa de quidditch este año?— susurraba Theo a Emma.
—Mmh... No, la verdad no.— dijo Emma sinceramente, Theo la miro con fastidio, sabía que Emma era buena para dicho juego pero se negaba a jugarlo. Ya que, segun Emma se podría lastimar en ese juego tan brusco.

—¡Señor Nott, Señorita Rosier!— El grito de McGonagall los asusto, provocando que mirarán al frente.
Cuando miraron al frente vieron a la profesora mirándolos con molestia, y a los alumnos de Gryffindor y de su casa mirándolos.
Los Gryffindor se aguantaban la risa y los Slytherin miraban mal a los Gryffindor. —Si no les interesa la clase les pido que se retiren inmediatamente.— Les regaño McGonagall.

—¿Qué? No, no.. lo siento profesora.—
Theodore repuso inmediatamente.
—No volverá a pasar.— Dijo Emma con nervios, nunca había sacado mala nota en sus materias y no quería que su primera mala nota fuera por hablar sobre quidditch.

—...Bien, pero les advierto.
Una más y los saco.— advirtió McGonagall. —Diez puntos menos para Slytherin.

—Genial... ¿Ven lo que provocan?— les susuro Blaise de mala gana. Theodore y Emma solo lo ignoraron.

...

19 | 03 | 2024

Seven Thorny RosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora