CAPITULO 2

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Belice

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Belice

Mis dedos estaban pellizcando el traje del Coronel, me sentía alarmada y por lo tanto no sabía lo que hacía.

Sin embargo ... Era estúpido que mi padre muriera por mis malas y malditas decisiones. Aunque tampoco quería suplicar "misericordia". ¿Realmente me la daría? . En cuanto él dio la vuelta para mirarme solté su traje y di un paso atrás, en modo alerta.

—No mates a mi papá —solte sin suplicar.

Al menos no quería que se escuchará asi en forma de súplica, más bien como un deseo esperándo a que él horrendo caballero que teni frente a mí lo concediera. Sentía como las lágrimas se acomulaban en mis ojos, quemaban, los mantuve fijos en un punto inexistente para evitar parpadear y que fueran derramadas. Definitivamente no podía mirar la Coronel.

Mi orgullo dolía.

Jamás suplique por nada y ahora no sería la diferencia. No mientras tenga la situación bajo control.

—No. Haré. Nada. Por. Ahora —dijo con una sonrisa burlona—. Pero dada la circunstancia Belice. ¿No crees que tú solo pides y no das nada a cambio?.

—Señor Coronel, no estoy acostumbrada a pedir nada. Cómo verá mis padres todo me lo dan en bandeja de oro sin siquiera pedirlo. No veo porque deba pedirle algo a usted. Sin embargo por como está la situación y que usted tiene la vida de mi padre en sus manos. Se lo pediré solo una vez. Además no me das ninguna "puta" opción.

Estaba por llorar, seguramente mis ojos ya estaban hinchados y rojos.

—¡Tsk! ¡Shh! Deja de maldecir tanto. Cuando lo haces dejas a la deriva la educación que "según" se te dió. Así como todo el mundo tú también aprenderás a respetarme. Y te diré un cosas pequeña  siempre hay una opción... Te veré en la cena.

Estaba por mal decirlo nuevamente cuando Jeon salió de la habitación. Sus palabras no eran más que amenazas y si soy sincera, él realmente imponía, era un hombre con carácter determinante. Un hombre que hacía que los pelos de tu cuerpo se pusieran como púas. Y por supuesto no dejaría intimidarme tan fácil.

—¡Odió está casa! ¡No hay ninguna flor porque seguro se moriría al esta cerca de un hombre como tú! 

¿Cómo se daría cuenta Jimin de que estoy aquí? Seguramente ya todos lo saben. "La mujer del coronel" sí como no. Limpie un poco mis ojos y ví un poco de la enorme habitación, había una cama en medio, ventanales grandes que estaban un poco cubiertos con hiedra, las sábanas y edredón eran blancas con almohadas de color negro con varias texturas, los muebles de pino color caoba y un escritorio en una de las esquinas. Olía muy rico el lugar, un aroma bastante varonil. Para ser sincera el Coronel era un hombre muy guapo, tenía facciones muy marcadas que lo hacían ver muy deseable.

Al menos no me casaría con alguien feo.

No. No. No. ¡Alerta! Ese hombre me debe llevar más de cinco años y estoy casi segura que la familia y el negocio lo están obligando a casarse. Y obviamente el no lo dudaría.

EL CORONEL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora