᭕⸙ ғɪᴠᴇ ٬٬ ❱

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Su torpeza le divierte,
su compañía le trae calma,
pero su sonrisa...lo cautiva.

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Su fin de semana fue de lo mejor aunque tuvo que pagar un precio no tan alto: sus horas de sueño. Pero al menos, ese paseo que tuvo con el bicolor fue de lo más agradable, sintió que había esperanza de recuperar su amistad.

Sin embargo, a Ryūko le costó un poco levantarse de la cama, pero hizo un esfuerzo ya que le tocaba escuela, se arregló lo mejor que pudo, guardó todo lo que necesitaba en su mochila, se preparó una merienda y salió de su casa. Procedió a caminar hacia su escuela, pero le dificulta estando abriendo y cerrando los ojos con frecuencia, tampoco que percató de que se cruzó con cierta persona.

─ Buenos días.

─ Bue...días...─ soltó, moviendo la mano.

Pero reaccionó al reconocer la voz que la saludó, era Sakura. Un segundo ¡¿Qué hacía frente a su vecindario?!

─ ¡¿Sa-Sakura-kun?! ¿Cómo supi-?

─ Anteayer te acompañé hasta tu casa, por eso recuerdo el camino. ─ respondió Sakura, con leve preocupación. ─ ¿Te desvelaste? Tienes cara de emo.

─ Hehe, sí, tuve que terminar unos pendientes en tareas. ─ dijo Ryūko, bostezando.

Sakura la observó. Si ella iba en ese estado a su escuela, no podrá estar en sus cinco sentidos ni concentrada en su alrededor, hasta podría perderse o peor, salir lastimada.

─ Dame eso. ─ ordenó el bicolor, extendiéndole su mano.

─ ¿Qué cosa? ─ preguntó Ryūko, tallándose los ojos.

─ ¿Tengo que decirlo? ─ el chico señaló la mochila que cargaba Ryūko.

Ella acató y se lo entrega, luego Sakura se colocó la mochila en el hombro y empezó a caminar.

─ ¿Dónde es tu escuela? ─ preguntó, girándose a verla. ─ Te acompañaré hasta allá.

Ryūko se sonrojó, pero luego agitó su cabeza y se dió un par de palmaditas en las mejillas, para alcanzarlo y caminar al lado del bicolor.

─ No tienes que hacerlo, estoy bien.

─ Sí, claro. Y yo soy Goku.

Ryūko lo observó y pestañeó un par de veces. Debido a la falta de sueño no pudo reírse ante la frase, aunque después lo hizo.

─ Tch, si no se me hubiera ocurrido pasar por aquí, habrías estado en problemas. ─ continuó. ─ Yo llevaré esto y agradece que te cuidaré el resto del camino.

─ Un chico de Furin siendo mi guardaespaldas personal, eh, me encanta la idea.

─ ¡N-No, nada de eso! Sólo te protejo porque prefiero que llegues a salvo antes que lastimada por cualquier tropiezo.

─ Está bien, está bien, gracias, Haru-chan.

Sakura se sonrojó, pero se negaba a que la viera así, por lo que desvió la mirada y respondió con un simple «jum», mientras continuaba caminando.

Ryūko le indicó la dirección exacta de su escuela y luego se percató que le faltaban pocos minutos para llegar (ya que vió su reloj). Entonces Sakura pensó rápido y buscó un atajo, para luego agarrar la muñeca de ella y echarse a correr con ella.

Al final, lograron llegar a la escuela a tiempo. Algunos alumnos vieron levemente la escena para luego seguir su camino.

─ Gracias, no debiste molestarte. ─ le dijo Ryūko, sonriéndole. Sakura le entregó su mochila. ─ Cuídate mucho ¿Sí?

𝖬𝗂 𝗆𝖾𝗃𝗈𝗋 𝗋𝖾𝖼𝗎𝖾𝗋𝖽𝗈 ┊ ʜᴀʀᴜᴋᴀ sᴀᴋᴜʀᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora