— Vamos kookie di que si, solo sera un rato.— No quiero.
— Pero yo no sé cómo es una feria ganadera —formó un puchero— Porfis, ¿si?.
— Estas haciendo trampa —me toma por la cintura.
— ¿ Eso es un si ? —lo abrace por los hombros, y deposité un rápido beso en sus labios cuando lo ví dudar.
— Esta bien —suspira— Pero solo un
rato.— ¡Siiiiii! —empezé a dar saltos de felicidad— Me voy a cambiar, espérame aquí kookie —otro rápido beso fue dejado en sus labios antes de que saliera corriendo rumbo a las escaleras.
— ¡No corras por la escalera Tae o te
vas a caer como la vez pasada! —dijo Jungkook mientras tropezaba con los escalones.— Lo que daría tu abuelo por estar presente en este momento jajaja.
— Todo esto es obra suya —se cruza de brazos.
— Solo le mencioné a mi Taehyunge que hoy había una feria en el pueblo —el señor kim se encoge de hombros, con una sonrisa burlona.
El tiempo es relativo, para algunos un día es eterno, para otros un día pasa tan rápido como la velocidad de una bala, los observadores experimentan el tiempo de forma diferente, pero para nosostros el tiempo pasa tan rápido que un día con la persona que amas significa apenas un segundo de vida. Los días pasaron y con cada amanecer el amor de ambos crecía, por que empezamos a conocer nuestros defectos, amando incondicionalmente cada parte y forma de ser del contrarió.
— Wooow ¡Tienen un carrusel kookie! —Frente a nosotros estaba la feria ganadera del pueblo, las luces neones alegraban el lugar, había juegos mecánicos por doquier así como también juegos de destreza, establos con los animalitos ganadores de diversos concursos, los puestos de comida típica te hacían una invitación todo se ve delicioso, las risas de los niños al pasar y la música que se escucha a lo lejos, me hace sonreír.
— Te vez muy hermoso cuando sonríes así —solto de pronto Jungkook, poniéndome nervioso, no pude evitar el rubor en mis mejillas.— ¡Vamos a los juegos kookie ! —lo tome de la mano, para no perderlo entre tantas personas.
ESTÁS LEYENDO
Paraíso Escondido KookV
ChickLit-¿Por que te aventaste de la ventana como un mono? -pregunta serio, cruzándose de brazos ignorando el ardor de su espalda baja observando el cuerpo del menor de ariba a bajo.- ¿ Que acaso no conoces las puertas? -alza una ceja, mientras lo mira a lo...