-¿Por que te aventaste de la ventana como un mono? -pregunta serio, cruzándose de brazos ignorando el ardor de su espalda baja observando el cuerpo del menor de ariba a bajo.- ¿ Que acaso no conoces las puertas? -alza una ceja, mientras lo mira a lo...
Un increíble dia en la hacienda iniciaba, todo el mundo ocupado, todos con tareas por hacer, pensando qué pasará después, pensado si será el final o si tan solo es el inició.
Taehyung por otro lado, estaba conteniendo las pequeñas lágrimas saladas que intentaban rodar por su mejillas, pues lamentablemente estaba afrontando las consecuencias de una mala decisión.
— Ya no llores mi pequeño osito — consolaba tiernamente el señor Gongyoo.
— Pero abuelo, yo lo arruiné — respondió sollozando.
— Tranquilo mi osito yo lo arreglo.
— Pero mirá como lo dejé —señalo el hermoso traje de esmoquin negro que vestía, el cual estaba manchado de ponche de frutas que derramó accidentalmente— Tu me dijiste que no, pero estoy muy nervioso y creí que el ponche ayudaría pero sabe horrible — dijo al borde del llanto.
“ Es que el ponche de frutas es espacial, pequeño humano”
— Mi Taehyunge, cariño no llores —la mamá de Taehyung entró a la estancia en donde se encontraba el rubio junto con el abuelo y Dooby.
— Mamá, ¿Como voy a salir así? —murmuro con los ojos brillosos— Los invitados ya estan afuera y mi kookie también esta esperando.
— ¡YA LLEGUÉ!, ¡TRANQUILOS! —los gritos del papá de Taehyung se hicieron presentes, segundos después aprecio agitado con el cabello alborotado, las gotas de sudor les hizo saber a los presentes que corrió como loco para llegar hasta ellos, intento recuperar el aire para poder hablar— Taehyunge nosotros trajimos un segundo traje, solo por si acaso.
— ¡Muchas gracias papá! —respondió sonriente mientras lo abrazaba tiernamente.
— Papá y Mamá siempre estarán para ti Taehyunge —los padres del rubio lo rodearon en un cálido abrazo que logro tranquilizar sus nervios.
— No importa a donde vayas, o los años que tengas, tu siempre serás nuestro pequeño osito —dijo el abuelo de Taehyung con una gran sonrisa llena de orgullo, uniéndose al abrazo.
“ Éstos humanos si que se ponen sentimentales en las bodas”
— Muy bien caballeros esperen afuera, que tengo que ayudar a mi hijo a cambiarse, su boda está por comenzar y aún no esta listo, así que largo — fue lo último que dijo la mamá del rubio antes de cerrar la puerta de un azoton.
— Esta es la vida de casados que le espera a Jungkook —susurró Jongsuk.
— El sobrevivirá —respondió con una sonrisa el señor Gongyoo.
El viento soplaba fresco, la exquisita melodía del piano acompañado del violín armonizado el lugar, un camino hecho de hermosas rosas y veleas que conducían al altar, sillas de madera blancas que ocupan su familia, viejos y nuevos amigos, que esperaban felizmente al novio, en especial un pelinegro, quien se encontraba de pie frente al altar vistiendo un impecable esmoquín negro echo a la media, mismo que lucía con el boutonnière echó con dos pequeñas margaritas que llevaba en la solapa del saco.
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