Heeseung es perfecto. Es el chico con el que los padres quieren que sus hijas salgan. El estudiante preferido de todos los profesores. El hermano mayor que da un buen ejemplo al menor. El hijo que cualquier padre podría pedir.
Demasiado perfecto par...
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El sonido de los cubiertos es lo único que llena el incómodo silencio que nos rodea.
Estoy intentando no ser paranoico, pero no ayuda el hecho de que está sucediendo exactamente lo que los chicos me dijeron. Es como esas películas donde muestran escenas mientras los amigos del protagonista le explican las cosas que sucederán y qué es lo que debe hacer para evitar la catástrofe. Yo imaginé todo en mi cabeza, pero estarlo viviendo en carne propia es mucho más aterrador de lo que esperaba.
Debo comenzar diciendo que mi optimismo no se redujo ni siquiera cuando el señor Lee llegó a nuestro departamento, sin embargo, en cuanto puso un pie dentro, pude notar el cambio de atmósfera. Mis amigos estaban tensos y, puedo decir que, el miedo era perceptible.
Todo lo que me habían contado no se comparaba con lo que había sentido en cuanto llegamos a la mansión. Jongseong nos había repetido que no dijéramos nada y que él se encargaría de todo, trataría de que el señor Lee se enfocara únicamente en él, nosotros solo debíamos permanecer en silencio. Claro que cuando alguien hace un plan, se deben contemplar futuros en los que pasaban cosas que, se supone, no debían pasar, pero Jongseong estaba tan seguro de sí mismo que no escuchó cuando Jungwon le exigió que debíamos tener un plan B.
Así que ahora estoy mirando mi reflejo a través de la copa de vino, dándome cuenta de que no logré quitar del todo la marca de plumón debajo de mis pómulos. Desvío la mirada hacia mi plato de comida intacto, tratando de olvidar el momento incómodo; los asistentes del señor Lee me midieron en todas partes, hicieron anotaciones e incluso casi me hacen firmar un contrato, pero aquello no fue posible gracias a que sabía qué hacer. Jongseong dijo que solo había una forma de quitarte de encima las propuestas absurdas de Lee y eso era diciendo que ya estaba en un tratamiento especial. ¿Tratamiento de qué? Ni siquiera tuve que explicarlo pues, en cuanto mostré mi, aparente, receta médica, el hombre pidió a su gente que se retirara.
Seunghyun no se meterá contigo si sabe que estás siendo tratado por otra gente. No obstante, no pienses que se rendirá fácil. Si te encuentra un defecto, él insistirá.
Decir que las palabras de Jongseong me tranquilizaron, sería un eufemismo. Sobretodo cuando miré a Jungwon y Sunoo, ellos permanecieron en silencio, como si no estuvieran realmente presentes. Jongseong me contó que era un efecto común, Lee Seunghyun era demasiado intimidante y luego de lo que había sucedido con Sunghoon y Riki, era normal que estuvieran en estado de shock.
Salgo de mis pensamientos cuando escucho la voz del hombre dirigirse hacia mí. Levanto la mirada y le dedico una sonrisa.
—¿Disculpe?
—Mencionaba que estás muy distraído, Jaeyun. ¿Acaso no te gusta la cena que la señora Lee preparó especialmente para ti? —Pregunta con una pizca de burla en su tono. Todavía no puedo descifrar si está disgustado con mi presencia o está intrigado.
—Todo lo contrario, es exquisita —respondo, sonriendo a la hermosa mujer a su lado, quien corresponde a mi gesto.
—Pero no has probado bocado —Lee se mofa—. No me digas que Sunoo te pegó sus asquerosas mañas y eres un rarito como él.
