—¿Lo haces por mi bien, Nemi?—
Sanemi solo volteó a verlo, sin decir una palabra se acercó al menor viéndolo sentado en el futón.
—¿Cuanto escuchaste?— Preguntó con un tono de voz seco.
—No mucho, pero ¿Es verdad lo que habías dicho?— Volvió a preguntar el menor, mirando el piso sin el valor de ver al mayor a los ojos.
—Escúchame bien Genya, que no te lo volveré a decir— El menor escuchaba atentamente las palabras de su hermano —Créeme que lo hago por tu bien, por protegerte, el simple hecho de que puedo perderte me aterra, he intentado de todo para sacarte de la cofradía de demonios, pero tu terquedad no ayuda. Ya perdimos a nuestra madre y hermanos, no quiero perderte a ti también— Hablando esto último con voz temblorosa —P-pero lo único que estoy haciendo es volverme como el idiota de nuestro padre— Terminando con los ojos rojos, aguantando las ganas de derramar lágrimas e intentando mantener una postura fuerte.
El pelinegro quedó mudo ante tal confesión, viendo a su hermano mientras derramaba pequeñas lágrimas.
—Y -yo, no se muy bien que decirte, pero también me aterra la idea de perderte— Le confesó —Me volví cazador para poder acercarme a tí, queriendo que aceptes el perdón que llevo guardando hace mucho tiempo, el peso al llamarte "asesino" cuando intentabas protegerme de nuestra madre— A este punto el Shinazugawa menor estaba desecho en lágrimas, intentando tener la voz lo más firme posible —P-pero al enterarme que me negabas ante el resto de la gente, no supe que hacer— Para finalmente empezar a llorar involuntariamente, volviendo su nariz roja al igual que sus ojos —Perdón por llorar Sane- —
—Aniki—
—¿Que?—
—Dime Aniki, o Nemi, soy tu hermano— Dijo mientras se acercaba al menor, envolviendolo en un abrazo, un abrazo que transmitía arrepentimiento y pedía un perdón.
El pelinegro quedó estático, pero después de unos segundos correspondió al abrazo, llorando en el hombro del mayor.
—¡Perdóname! Perdoname por haber sido un mal hermano para tí, por favor Nemi ¿Podrías perdonarme? Te culpé por un intento de protegerme, no quiero volver a separarme de tí, eres lo último que me queda— Aún llorando le contó y suplicó un perdón, abrazandolo aún más fuerte.
—No hay nada que perdonar, Gen, eres mi hermano. Perdóname tú a mi por abandonarte siendo pequeño— Abrazó más fuerte al menor, casi pareciendo que se lo podían arrebatar en cualquier momento —Salgamos a tomar aire fresco, te ayudará— Dijo finalmente separándose del abrazo.
El menor en un intento de levantarse, le llegó un mareo debido al alcohol que consumió anteriormente, lo que hizo perder el equilibrio, cayendo de cara al piso.
—¡Pffff!— El piblanco se tapaba la boca con su mano mientras observaba los intentos de su hermano al intentar ponerse de pie.
—¡No te rías!— Le reclamó, volviendo a intentar ponerse de pie sin éxito alguno.
—¿Necesitas ayuda?—
—No, yo puedo— Le contestó, pero unas manos lo rodearon y en un instante su encontraba en la espalda del peliblanco.
—No te voy a esperar hasta que amanezca— Pausó — Y me vas a explicar porqué estuviste bebiendo alcohol, sabes que no debes hacerlo—
—Puta la wea— Soltó el menor sin pensarlo.
—¿Que acabas de decir?— El mayor quedó en shock al escuchar a su hermano decir una grosería en frente de él, y para colmo en otro idioma.
—Nada— Dijo con una risa nerviosa.
—Eso pensé—
Esa noche hubieron confesiones y risas, llantos y anécdotas, lamentos y disculpas, sintiendo como la carga en sus hombros y espalda disminuía, teniendo una noche inolvidable, donde disfrutaron con la persona más importante en su vida, una noche donde cada uno fue libre de sentir y ser quien es.
Llegó el momento donde el menor empezó a dormirse en el hombro del mayor, bastando unos segundos para caer rendido encima de el. El contrario lo miraba con cariño, como un padre a su hijo, acarició los cabellos negros y lo tomó en brazos para volver a ingresar a la finca, dejándolo en el futón acomodándo su cuerpo y volver a dirigirse a la salida.
—Te quiero, Nemi— Murmuró entre sueños el pelinegro, sacandole una sonrisa al mayor.
—Yo también te quiero, Gen—
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—¿En qué momento acepté traerte a tomar weon?— Preguntó Mitsuri, viendo como el otro tomaba uno de los tragos más fuertes.
—Ni idea, pero te aguantas— Le respondió el pelinegro, mientras llamaba al bartender y pedir dos vasitos de tequila, ofreciéndole uno a Mitsuri para brindar.
—Brindemo' por nuestros hijos y por nuestros amores imposibles— Dijo el pelinegro, la pelirrosa asintió ante lo dicho.
—¡Salu'!— Dijeron al unísono, tomando el trago al seco, sintiendo como sus gargantas ardieron por esto.
—'taba fuerte la wea— Habló Mitsuri, mirando al pelinegro.
—Ma' que la xuxa— Le respondió.
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Chicos, realmente perdón por lo corto del capítulo, últimamente no he estado muy bien en lo que se llama autoestima y salud mental, pero prometo volver con todo para ustedes <3
Datos curiosos
-Obanai regañó a Sanemi por llegar tarde a la finca, cuando le contó el porqué, no dejaba de decirle lo orgulloso que estaba de él.
- El kamaboko squad estaban bebiendo alcohol, según ellos por "la patria chilena" (Fue idea de Tanjiro)
-Sanemi no tenía planeado hablar con Genya, pero le llegó el sentimiento y la angustia de perderle que simplemente le confesó todo. Nunca se arrepentirá de su decisión.
Eso sería todo, los amo muxo y perdón nuevamente por las actualizaciones cortas y tardadas
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¡¿Tomioka, Mitsuri, Son Ustedes?!
HumorNo hay descripción, solo mitsuri y tomioka en una misión en Chile, una raíz de ellos. Esta historia no es original, la hago en base a lo que leo, créditos a sus respectivos autores. ESTA HISTORIA ES EN BROMAA, ES PARA PURO LESEAR Y ENTRETENER, SI NO...