Do it [Sally Face × T/N]

-KENNETH-

24 de Julio, un día después del regreso de tu madre, ya has tomado una decisión, tienes que ir a la secta, cueste lo que cueste. Quieres descubrir quien es tu supuesto tio, y también descubrir los planes de tu madre, ir con ella no es una opción.
Esperas en tu cuarto a que tu tia salga de casa, porque lo más seguro es que vaya a la secta, y así podrias comprobar si ella es parte de todo esto.
Mientras esperas, notas de nuevo esa presencia, esa tenue luz roja sabes lo que significa, el lo sabe.

Rood —Vaya vaya, por fin te han quitado ese anillo, ¿ah?

T/N —Y a ti que más te da, déjame en paz.

Rood —Hm... Nada más te quería advertir que si haces lo que tenías pensado hacer, van a pasar cosas feas.

T/N —Anda, si ya te has mirado al espejo, bueno que si, que te den, me tienes arta.

Rood —Estas igual que siempre, no me sorprende que tanta gente te odie.

T/N —Puto mentiroso, la excusita de 'no puedo mentir' ya no va a funcionar.

Rood —Uf, que niña más maleducada, bueno si me vas a tratar así me voy.

T/N —Tch, ¿maleducada yo?

Después de esa breve 'charla' llamas a Sal, para pedirle que te acompañen, pero te dice que Larry no podrá venir, porque su madre, Lisa, esta enferma, y el se tiene que hacer cargo de todo el trabajo, así que solo podrá venir Sal.

Escuchas la puerta de la entrada cerrarse, tu tia ya ha salido, esperas un minuto antes de salir e ir a casa de Sal, llamas y te abre casi al instante.
Llamas al ascensor y ambos subis.

Sal —¿Estas segura de esto?

T/N —No tengo otra opción.

Sal —Pero...

T/N —Ni peros ni hostias, si no quieres venir, no vengas, solo quiero que me enseñes donde esta la entrada y ya.

Sal —No te voy a dejar ir sola.

Acabas bajando por una trampilla en una sala en ruinas del edificio, no hay mucha gente por los pasillos de la secta, pero la suficiente para tener que estar alerta.

Pasáis un rato caminando por las grandes salas, hasta que a lo lejos ves a tu tia y... ¿A tu madre? Quieres saber de qué está hablando, pero sal te agarra del brazo y te detiene.

Sal —susurra— ¿Que estas haciendo? Te van a ver.

T/N —susurra— No, dejame ir, tengo que saber que están diciendo.

Te acercas con cautela para poder escuchar bien la conversión. Doris habla con

Doris —No no, yo paso de denuncias, me vas a dar a la niña, quieras o no.

Tia Ester —No te la voy a dar, ¡ni siquiera la quieres!

Doris —Seguiré presionando te hasta que cedas.

Tia Ester —¡Eso no pasará!

Doris —Sabes que si, siempre cedes. —dice con un inquietante tono tranquilo—

Ya has escuchado suficiente, tienes un plan, uno del que seguramente te arrepentirás, pero es la única forma, y la mejor, para ti y para todos.
Te acercas a Sal para decirle que ya podéis iros, cuando de repente veis pasar quien parece ser el jefe, se acerca a tu tia y habla.

Kenneth —Ester. Ten, lo que te debía.

Ester —Uh, a buenas horas, pero bueno, gracias Kenneth.

Te quedas allí, asta que Sal tira de ti y te abisa de que esta llegando demasiada gente. Ambos salis de allí y subis a tu casa para hablar de lo sucedido.

Sal —¿Entonces?

T/N —¿Entonces que?

Sal —¿Que haras? Me refiero a tu madre...

T/N —Esperaré a que venga a por mi.

Sal —¿Te irás?

T/N —Supongo que si.

Sal —Entonces... ¿Te puedo decir algo?

T/N —¿Hm?

Sal —Pues... Me gustas, desde hace bastante tiempo, la verdad...