Capitulo 7

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La mañana en Hogsmeade se presentó radiante y tranquila, con el sol bañando las calles adoquinadas y las fachadas de las tiendas con una luz dorada. Remus y Severus caminaban juntos, disfrutando del aire fresco y del ambiente relajado del pueblo mágico. Habían decidido aprovechar el día para explorar un poco más allá de los terrenos de Hogwarts, sumergiéndose en la atmósfera acogedora de Hogsmeade.

Remus observaba a Severus con una sonrisa suave mientras caminaban, admirando la forma en que la luz del sol hacía resaltar los tonos oscuros de su cabello y la seriedad en sus ojos. Había algo tranquilizador en la presencia de Severus, algo que hacía que Remus se sintiera cómodo y seguro a su lado.

Severus, por su parte, se mostraba más relajado que de costumbre. Aunque seguía siendo reservado en público, había un destello de ligereza en su expresión mientras conversaban sobre temas variados: desde las últimas lecciones de pociones hasta las teorías más recientes sobre encantamientos avanzados. Cada tanto, intercambiaban miradas cómplices o pequeñas sonrisas que parecían sellar un entendimiento silencioso entre ellos.

Sin embargo, la paz del momento se vio interrumpida de manera predecible cuando un par de voces familiares resonaron en la calle principal de Hogsmeade.

"¡Moony y Snivellus se aman, se besan las bocas, se pasan el chicle!" canturreó Sirius Black, con una sonrisa traviesa mientras caminaba junto a James Potter, quien lo acompañaba con una risa igualmente estruendosa.

Remus se detuvo abruptamente, sintiendo cómo el rubor subía por sus mejillas mientras miraba a Sirius con una mezcla de exasperación y diversión. "¿En serio, Sirius?" murmuró entre dientes, tratando de mantener la compostura mientras la gente alrededor se volvía para mirar.

Severus, por otro lado, parecía más incómodo que divertido. Frunció el ceño ante el espectáculo que Sirius y James estaban montando, sus labios apretados en una línea delgada. A pesar de sus esfuerzos por ignorar las provocaciones, la incomodidad era evidente en su postura tensa.

James, por supuesto, no se dejaba intimidar por la falta de respuesta de los dos chicos. Siguió cantando con una voz teatral mientras se acercaban aún más. "¡Dicen por ahí que son la pareja del año en Hogwarts!"

Sirius se rió a carcajadas, golpeando a James en el hombro con complicidad. "Vamos, Severus, dinos cuándo planean anunciar su amor al mundo. ¿Una cena romántica en el Gran Comedor, tal vez?"

La sonrisa de Remus se amplió involuntariamente ante la absurda actuación de Sirius y James. Era imposible no contagiarse de la energía juguetona de sus amigos, aunque también deseaba que pudieran guardar un poco más de decoro en público.

Severus, sin embargo, no parecía tan dispuesto a dejar pasar la situación. Dio un paso hacia adelante, su expresión seria mientras miraba directamente a Sirius y James. "¿Es realmente necesario que sigan con esto? Estamos tratando de disfrutar de nuestro tiempo en Hogsmeade."

Sirius levantó las manos en señal de rendición, aunque su sonrisa traviesa no desapareció. "Está bien, está bien. No más bromas, lo prometo."

James asintió solemnemente, aunque el brillo juguetón en sus ojos decía lo contrario. "Lo prometemos," confirmó, mirando a Remus y Severus con una expresión de falsa seriedad.

Remus suspiró, pero no pudo evitar reírse de la situación. "Bueno, gracias por entretenernos, chicos. Pero creo que es hora de seguir explorando Hogsmeade."

Severus asintió, su gesto algo rígido pero conforme. "Sí, tenemos mucho que ver todavía."

Sirius y James se despidieron con gestos exagerados, asegurándoles que no los molestarían más durante el día. Mientras se alejaban, seguían murmurando entre ellos, probablemente tramando la próxima broma que podrían gastarles.

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