Capitulo 9

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El Gran Comedor estaba vibrante con el bullicio característico del primer día del nuevo curso en Hogwarts. Los estudiantes regresaban con energías renovadas, ansiosos por reencontrarse con amigos y sumergirse en las nuevas aventuras que les esperaban. Los Merodeadores y sus compañeros de Slytherin se reunieron en la mesa de Gryffindor, intercambiando risas y anticipación por lo que el año les deparaba.

James Potter, con su cabello alborotado y una sonrisa juguetona, tomó la palabra primero, su voz resonando por encima del murmullo general.

—¡Chicos, este será nuestro último año! ¿No les parece increíble?

Sirius Black asintió con entusiasmo, su expresión rebosante de emoción contenida.

—Definitivamente. Y estoy seguro de que vamos a hacer que sea el mejor año de todos.

Remus Lupin, más reflexivo como siempre, agregó con una sonrisa tranquila:

—Esperemos que sea memorable en el buen sentido, y no solo por las travesuras de James y Sirius.

Peter Pettigrew rió, sintiéndose parte del espíritu animado del grupo.

—Bueno, alguien tiene que mantenerlos bajo control, ¿no?

Severus Snape observaba la interacción con su típica expresión serena, aunque sus ojos brillaban con anticipación por los desafíos académicos y mágicos que se avecinaban. Regulus Black, a su lado, parecía igualmente expectante, aunque sus pensamientos eran un misterio detrás de su mirada tranquila.

—Creo que este año será interesante para todos nosotros —comentó Severus finalmente, rompiendo su habitual reserva.

Regulus asintió en silencio, su mirada fija en el resto del grupo. Había encontrado en los Merodeadores y en Severus una conexión que iba más allá de las diferencias de casa y de familia. Era un lazo que se había forjado a través de desafíos superados juntos, lecciones aprendidas y risas compartidas.

—¿Alguna idea de qué podríamos hacer para dejar una huella duradera este año? —preguntó Regulus, rompiendo el silencio mientras miraba a James y Sirius con curiosidad.

Sirius se frotó el mentón, pensativo, mientras James parecía estar planeando algo en su mente.

—Bueno, podríamos comenzar con algo audaz para el baile de fin de curso. Tal vez un espectáculo de fuegos artificiales en el Lago Negro, o...

—¡O podríamos organizar una fiesta en la Sala de los Menesteres! —interrumpió entusiasmado Peter, con los ojos brillando ante la idea de algo tan clandestino y emocionante.

Remus arqueó una ceja, aunque no pudo evitar sonreír ante la emoción de sus amigos.

—No olvidemos que aún tenemos exámenes por delante —les recordó Remus con un tono divertido pero serio. —Pero después de eso, creo que podemos hacer algo grandioso juntos.

Severus asintió en acuerdo, su mente ya maquinando posibles estrategias y soluciones mágicas para los desafíos que se les presentarían.

—Estoy seguro de que encontraremos una forma de combinar nuestras habilidades y hacer algo que realmente impresione a todos en Hogwarts —dijo Severus con confianza.

La conversación continuó entre risas y planes audaces, con los seis amigos compartiendo ideas y anticipando el año que tenían por delante. A pesar de las diferencias y los desafíos que habían enfrentado juntos, la amistad entre los Merodeadores y sus compañeros Slytherin había florecido en algo sólido y duradero.

En medio de la charla animada, los seis amigos compartieron miradas cómplices, conscientes de que el último año en Hogwarts sería una prueba tanto de sus habilidades mágicas como de su amistad. Sin embargo, estaban unidos por algo más fuerte que las diferencias de casa o las expectativas familiares: la confianza mutua, el respeto ganado y la camaradería que habían cultivado a lo largo de los años.

Un tutor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora