X - Casa de sophie

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El día paso muy rápido, después de que Sophie de duchara fuimos a desayunar, hicimos tortitas, a ella siempre le entusiasmaban, parecía una cría. Acabamos llenas de chocolate por todos lados, nos duchamos juntas y salimos a dar una vuelta, sus padres vendrían a la hora de comer y queríamos comer solas.

Mientras andábamos le picaba a Sophie, cuando ponía cara de niña cabreada me daban ganas de besarla. Pero no podía ni cogerle de la mano, ella prefería que estuviéramos menos cariñosas cuando íbamos por la calle.

-¿Y a que chico le vas a presentar a Natalia?

-Uno. - desbloqueé el movil y le enseñe una foto de Tomás.

-Es muy guapo, tal vez te sea infiel con el.-se rió.

-No podrías tenerme de familiar, créeme.-le miré a los ojos y los bajé a sus labios.

-¿Es de tu familia?

-Así es, es mi primo.

-Seria entretenido un trio con dos primos.

-Aun eres virgen y ya piensas en eso.

-Dentro de poco dejare de serlo.-me guiñó el ojo y empezó a reírse. Yo me puse colorada, ¿me estaba lanzando indirectas o me lo parecía a mi?

Comimos en el restaurante donde me llevó, la comida era estupenda, pero nos dejamos un montón de dinero en ella. Fuimos hacia su casa, sus padres no estarían ya y podríamos estar tranquilas.

Entre pelis, palomitas y achuchones se nos hizo de noche, no me di cuenta y tenía el ultimo autobús en tres cuartos de hora.

-Que pena, no vas a llegar a tiempo, te vas a tener que quedar a dormir.-me dijo con una falsa cara de lastima.

-Aun me da tiempo, si me voy ya llego.-fui recogiendo la chaqueta y la mochila que tenía encima del escritorio de la habitación.
De pronto sentí unas manos en mis caderas.-Vamos, quédate a dormir.

-¿Lo tenias planeado?- le pregunté sin apartar la vista de mis cosas.

-¿Porque lo dices?

-Por la indirecta de antes.

-Tal vez si tal vez no...

Coloqué mis manos en la suyas y bajé una dentro de mis pantalones, sentía sus manos temblar.

-A este paso no me hace falta nada que vibre, ya te tengo a ti.

-Me estas llamando...-La interrumpí-Vibrador, sí. Voy a llamar a mi madre para que sepa que no voy a casa.

Aparté su mano de dentro de mis shorts me di la vuelta y conforme me iba hacia la otra punta de la habitación le acaricié el abdomen el cual lo tenía al descubierto por un top.

-...

-¿Hola?

-Mamá soy May, me quedo a casa de una amiga a dormir, mañana por la mañana voy a casa.

-Vale, pórtate bien y haz caso.

-Que si mamá.-giré la cabeza hacia la cama, no se que estaba haciendo pero sonaba demasiado.

-Hija, ¿me estas escuchando?-No sabia que decía mi madre, me quede mirando a Sophie como se desnudaba lentamente mientras me veía.

-Si mama, lo siento, me están llamando.

-Vale pero no tard...-colgué la llamada y fui hacia Sophie. Le quedaba puesta la ropa interior, la tiré hacia la cama y empece a besar su cuello con deseo, quería ir poco a poco. Fui acariciando con mi mano su cadera y subiéndola a su pecho, se lo presioné con la mano y me arañó la espalda, dolió pero se podía aguantar, pase sus besos por la mandíbula hasta llegar a su boca y adentrar mi lengua para encontrar la suya, parecía mentira, aun no me creía que estaba con ella así.

-¿No me iras a dejar como antes no..?-
Me decía con voz agitada.

-No se...tal vez si, tal vez no...-dije, imitando lo que había dicho minutos antes.

-Oh vamos...- en pocos segundos estábamos al contrario, ella encima de mía.

Hacia tanta calor en la habitación, parecía una sauna, como si hubieran subido los grados en poco tiempo. Me ayudo a quitarme la camiseta sin dejar a mis labios quietos. Le desabroché el sujetador y lo tiré al suelo, nos separamos un momento y contemple su cuerpo y sus ojos mirándome con deseo.

-¿Que me miras tanto?-sonrió.

-A ti, te quiero.

-Te amo.-me quedé congelada, no sabia que iba a decir aquello, mis labios no paraban de besarla, pero con más pasión que antes, no se que me pasaba, la amaba de verdad.

La coloqué debajo de mi e iba bajando mis besos a su vientre. Ella me miraba con ansia, quería que llegara abajo, cuanto mas era el deseo suyo mas iba a tardar, me gustaba hacerla sufrir.
Le vi relamiéndose los labios y bajé sus bragas sin dejar de darle besos mas abajo del ombligo mirándola. Notaba que me acercaba a su intimidad y alzó la cabeza hacia atrás.

Pasé mis dedos por su intimidad y introduje dos de golpe, soltó un fuerte gemido.-¿Te ha dolido..?

-N-no...sigue.-me excitaban sus gemidos y más cuando me hablaba de esa manera, era demasiado perfecta, tanto ella como su cuerpo.

Seguí adentrandolos y moviéndolos dentro de ella y coloqué mi lengua en su clítoris, se sorprendió por aquello y arqueando la espalda yo seguía dandole placer. Movía mi lengua en círculos y de arriba hacia abajo mientras mis dedos seguían haciendo su trabajo, era tan delicioso como sabia ella.

-M-me encantas May.- en ese momento se me hizo una sonrisa en el rostro, una de las que solo conseguía ponerme ella. No se había dado cuenta de que me había quedado igual que ella, desnuda, exceptuando que seguía teniendo el sujetador. Paré en seco y saqué mis dedos de dentro de ella.

-No por dios...de nuevo no..-me hizo un puchero.

-No te voy a dejar así, tranquila.-le sonreí y se quedo algo extrañada. Me quité el sujetador haciendo que me viera y coloqué una pierna suya en mi hombro y una mía por su cadera, juntando así nuestras intimidades.
Empecé a moverme rápido en ella, notaba lo húmeda que se encontraba y ella igual.

-Dios May.-no le hice caso a su comentario y seguí frotándo su intimidad con la mía, en un momento las dos gemíamos sin parar, nos fundimos en una, habíamos llegado al orgasmo.

Me acosté a su lado, estaba reventada.
-Eres lo mejor que me ha pasado Sophie.-le dije mirando a sus ojos verdes cristalino. Ella se apoyó en mi hombro haciendo que la abrazara.

-Te amo Sophie.

Lo que nunca te dije. (Lesbian Story)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora