El beso II

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-¿UN CONDÓN? -grité en medio del pasillo, por suerte nadie estaba allí para oírme, fui a la habitación, no tenía otra que ir si quería dormir.

Abrí la puerta y ahí estaba ella, con la ventana abierta y un cigarrillo en la mano, seguía sin gustarme el tabaco pero ella se veía sexy en esa postura.

-Me has preocupado.

-¿Por qué?

-Estas lo suficientemente loca para quedarte a dormir a cualquier habitación.-miró mi mano en la cual llevaba aquel preservativo sin abrir y empezó a reírse, con una risa forzada, en verdad no le hacia gracia.-¿Que es el que te ha sobrado con el chico?

-No, me fui al cuarto de Natalia, quería hablar con ella.-no me atrevía a mirarle a los ojos, no se porque.

-Ya bueno, y me vas a decir que Natalia te dio eso ¿para?

-No lo se, me lo puso en la mano y me echó del cuarto, tal vez se había confundido y me quería dar otra cosa.

Empezó a hacer esa risa forzada de nuevo-A diferencia de ti, yo te creo en lo que dices.

No sabia que decirle, me quedé parada detrás de ella, en cambio May no apartaba la mirada del cielo mientras fumaba.

Me cambié y me puse el pijama, me metí en la cama de espaldas a ella sin decirle nada.

-Noches.-me giré donde estaba para mirarla.

-¿Noches?

-Sí, pensaba que eran buenas, hasta que se torcieron por completo.

No le respondí y me giré de nuevo, la había cagado y no sabia como remediarlo.
No pensaba dormir de aquella forma hacia un par de minutos, pero así fue.

**

Me desperté, esa música escandalosa no dejaba en paz a mis oídos.-¡MAY APAGA ESA ESTUPIDA MÚSICA!

No me contestaba, se lo repetí una y otra vez, ella me miraba sin articular ni palabra ni gesto, como si fuera un mueble. Era sábado por la mañana y ya empezaba de buen día a tocarme los ovarios.

Me vestí y me aseé. Cuando salí del aseo ella seguía con la música a todo volumen y con unas palomitas mientras veía la tele. Ni se fijo en mi, yo la miré y seguía igual, abrí la puerta y cerré bien con la llave.

Fui a desayunar a la cafetería que estaba abierta y vi a Natalia a lo lejos.
-¿Para que me diste ese condon?

-¿Te sirvió al final?-me decía sonriéndome.

-¡NO! ¿Cómo piensas que lo haga con May con condón?

-No boba, era para que hablarais de algo, así cuando lo viera te sacaría tema de conversación. ¿Dio efecto?

-Si, bueno. Me preguntó y eso pero si seguíamos hablando sabia donde iba a terminar la conversación, como siempre May tan directa.

-Oh vaya, ya se le pasará.

-No creo, ya ni me habla.-le dije a Natalia.

Seguimos hablando mientras desayunábamos, yo miraba a todos lados observando si estaba May en algún lado pero no la veía, también era pronto, supuse que vendría mas tarde.

Fui al cuarto a por mis gafas y un bañador para tomar el sol, le dije a Natalia que me esperara en la cafetería, no tardaría en ir.

-¡AL FIN VIENES!

-¿Que pasa?-le dije confundida.

-Te llevaste las dos llaves.-me miro con una mirada desafiante.

Cogí el bañador y las gafas de sol y salimos juntas del cuarto.
Ninguna sacaba tema de conversación, íbamos calladas hacia la cafetería.

-¿Que pasa?-dijo May mirando a toda la sala, todos nos miraban, incluyendo los que estaban de espaldas. Seguramente era por el numerito que hicimos anoche.

-¿Vamos?-me dijo una voz a mi derecha, era Natalia, no me había percatado que May se fue a una mesa y yo estaba quieta como antes mirando a la nada.

-Si,¿porque nos miraban todos?

-Anoche llamasteis demasiado la atención.

Sabia que era por eso. A May parecía que le daba igual, ella estaba cómoda con aquellas chicas, pero yo no, no paraban de mirarme en los pasillos y me agobiaba.

Lo que nunca te dije. (Lesbian Story)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora