Lo que nunca te dije. (Lesbian Story)

VIII - ¿Susto o buena oportunidad?

La noche transcurrió normal, como siempre. Tomás intentando sacarme cosas de Sophie, Alma y Victoria chillando y contando cotilleos en la mesa sobre los del instituto.

Al llegar a casa me di una ducha, odiaba dormirme sabiendo que el cloro de la piscina lo tenía en el cuerpo, no se porqué pero siempre me picaba si dormía así.
Era tarde y suponía que Sophie estaría dormida para hablar, abrí el Whatsapp y leí los mensajes que me mandó mientras estaba ausente.

Sophie:

"¡Eres una pesada canija!"
"Te echo de menos."
"Oh vamos, niña que me hace rabiar ¡manifiéstate!"
"Cuando puedas háblame."
"Necesito hablar contigo urgente."
"Llámame."
√√

¿Qué le pasaba? Parecía muy rara en esos últimos mensajes, decidí llamarla por si estaba despierta, no quería que me rondará la duda toda la noche.

-¿Si?- se escuchó con una voz forzada como si la hubiera despertado del sueño que esta teniendo.

-Hey, acabo de leer tus mensajes, ¿qué pasa?

-¿En serio me levantas para eso? Es Natalia, se ve que vino a mi casa cuando tu y yo estábamos dentro y vio lo que pasó...

Me quedé congelada, lo dijo con una naturalidad, no parecía la Sophie que horas después me hablaba diciendo que lo nuestro estaba mal. ¿Lo nuestro? Qué raro ha sonado eso.

-¿Y entonces? - le dije tartamudeando como una tonta.

-Nada, si podía decirte que le presentaras a alguien que conozcas guapo, aquí no hay de su gusto. - empezó a reírse, esa risa que me hacia quedarme sin aire y me llenaba los oídos como si de música se tratara.

-¡Pensaba que te había pasado algo! Dios, no me des esos sustos...¿Ya no esta con Francis? - me llevé la mano al pecho.

-Todo esta bien, solo lo sabe ella, de todas maneras no iba a tardar en decírselo, siempre le cuento todo. Y no, hace días discutieron y no han vuelto por parte de ninguno.

-No te preocupes, yo le presento a alguien y que ella decida si conocerlo. - reí con el teléfono en la oreja dando una sonrisa tonta al suelo.

-Lo que tu digas, pero déjame dormir. - dijo detrás del teléfono con una voz de niña.

-Sueña con mis besos, buenas noches.

Antes de que pudiera despedirse colgué la llamada, la muy petarda se quedaría sin darme las buenas noches, por asustarme de esa manera.
Siendo sincera, me vino de lujo esa idea que tuvo su amiga. Le presentaría a Tomás para que dejara en paz a Sophie y que no la intentara seducir como hacia con todas.